“No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad mi mente” decía Virginia Wolf, autora modernista británica de clásicos como Un habitación propia. Ser autor en confinamiento no tiene porque ser una desventaja y te vamos a enseñar porque.
Estamos atravesando tiempos difíciles con motivo de la pandemia global, pero hoy queremos mostraros el lado positivo. Para ello hablaremos de grandes obras que consiguieron crear autores en época de confinamiento.
Hay quien dice que la creatividad se ha esfumado en estos meses, sin embargo, os presentaremos cómo los autores en aislamiento consiguen ser mucho más creativos.
Oscar Wilde
El amor no le jugó una buena pasada a este autor que fue acusado de “conducta indecente y sodomía” y condenado en 1895 a dos años de trabajos forzados en prisión. Durante sus meses en prisión escribió una larga epístola a su querido Bosie (nombre en clave de Alfred), De Profundis, donde reflexiona sobre la amoralidad del arte y critica las contradicciones de la sociedad victoriana en la que vivía.
Puede que esta historia no sea tan bonita como esperábamos, pero el dolor del encierro y la sensación de que ya nada volvería a ser como antes, le sirvió a Wilde para poder dejar su último legado.
Miguel de Cervantes
El Quijote nació en 1597 de un autor en confinamiento, más en concreto, encarcelado en Sevilla con una sentencia de irregularidad en el manejo de fondos económicos. Estar confinado fue lo que bastó para que naciera en él un deseo imperioso por crear.
De hecho, en el prólogo del libro habla sobre su encarcelamiento en una cárcel de Sevilla. Esto nos ayuda a pensar que de las dificultades, estos momentos pueden ayudar a tener momentos de introspección y germinación de nuevas ideas.
Miguel Hernández
De nuevo el encarcelamiento, entre los años 1938 y 1942, mantuvo a este autor en confinamiento, donde también tuvo que luchar contra la tuberculosis.
Todos estos contratiempos no pudieron cesar la imaginación de Miguel Hernández, que escribió el Cancionero y romancero de ausencias, considerada una obra de alcance universal. Esta nos conciencia sobre como enfrentar la muerte y la enfermedad, mirar el día a día desde la diversidad o anteponer el amor y la solidaridad.
Valle Inclán
La segunda ola de la gripe española en 1918 fue el motivo del confinamiento de este escritor. 8 meses de aislamiento donde escribió Luces de bohemia. En esta obra destaca un tono pesimista que mostraba la realidad que vivía España en esos momentos, golpeada por el virus epidémico letal.
Valle Inclán se consideraba como un hombre muy sociable, amante de las excursiones y de carácter inquieto. Por lo tanto, la tristeza y crítica a España que realiza en la obra, cobra mucho más sentido.
William Shakespeare
El Rey Lear y Macbeth son las dos obras que escribió este autor en aislamiento, motivado por la epidemia de la peste de 1603 que golpeaba Inglaterra. Anteriormente, Shakespeare había vivido la plaga de 1593.
El cierre de su compañía teatral, los King`s Men, ayudó a Shakespeare a tener tiempo para imaginar y dar rienda suelta a su creatividad, creando obras mundialmente conocidas y valoradas.
Motivos más que suficientes para pensar que estar confinados y la condiciones adversas no son razones para dejar de escribir. Tener más tiempo libre y la necesidad de una vía de escape puede fomentar nuestra escritura.
Desde ExLibric contamos con los recursos necesarios para publicar un libro. Ante la incertidumbre de un posible nuevo confinamiento te damos las claves para editar tu libro y quizás convertirte en el sucesor de Valle Inclán o en el nuevo Miguel de Cervantes.
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