Paolo es la clase de chico que todas desean: guapo, inteligente, de buena familia, caballeroso. Ama la libertad, es agradecido y buen amigo. Respeta y admira la belleza. Nunca va más allá de donde una mujer quiere. Sin embargo, hay algo en su conducta que lo aleja de ser el príncipe azul perfecto. ¿Habrá que culpar a su amor terrible de adolescencia? ¿A los consejos de sus primos y hermanos? ¿A los desvelos con alcohol y cigarrillos en compañía de sus amigos? ¿A su subconsciente de tigre o a Joaquín Sabina? La verdad, es algo difícil de decidir. A veces, parece que hasta él mismo se recrimina las oportunidades que deja pasar por ser demasiado honorable; pero le gusta “hacer las cosas bien” y así difuminar la frontera entre el príncipe y la bestia.