Christian Cortez Abanto, hijo y mascota.
El cielo está en tu sonrisa es una nueva obra que se abre mirando a las estrellas desde la curiosa sonrisa de mi hijo. Es en las vivencias con él, cotidianas y sorprendentes, esgrimidas en nuestra fascinación por los astros y, en resolver, charla tras charla, las preguntas de la existencia humana, que el poemario toma cuerpo y fortaleza.
Vivimos en un mundo que exige estar acorde a las necesidades del mercado, a creer que vivir veloz es sinónimo de progreso; que legitima construcciones artificiales como reputación, imagen, presencia en redes sociales y premia la controversia con «me gusta», «visitas» y «ventas». No siempre esta regla se cumple, sin embargo, pero las tendencias saltan a la vista en medios de comunicación, figuras públicas, influencers y un largo etcétera.
Nosotros hemos logrado entender el significado de la existencia humana como un aprendizaje para el alma. Este estado transitorio, desde su pureza innegable vista en el nacimiento, luego es influenciada por métodos de crianza y estructuras sociales e ideológicas que dejan, en algunos casos, mal vista a la raza humana, pero no así a su origen ni a su significado. Paradójicamente, en tiempos donde se exige mayor conexión a la red, es donde la humanidad se encuentra más inconexa, poco comunicativa y menos inclusiva.
Mi hijo y yo, hemos apostado por la reconexión con la naturaleza y a tomar consciencia de los pensamientos que bullen a nuestro alrededor. Con cada pensamiento somos capaces de crear, desde lo espiritual a lo material, y se es capaz de verbalizar. Podemos crear un ambiente de armonía, mayores capacidades para desarrollarnos, aprendizajes nuevos que nutren nuestra alma más que dejar un registro en la red o alguna ganancia material.
El cielo está en tu sonrisa es un legado de todas aquellas historias vividas con mi hijo y contadas para él. Ambos vimos en la quietud del cielo (su espacio, su tiempo, su silencio y su imponencia) la creación completa. En 1994, el astrónomo, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico Carl Sagan publicó en su libro «Un punto azul pálido»: Mira de nuevo ese punto. Ese que está aquí. Ese es el hogar. Ese somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos los que has oído hablar, cada ser humano que haya existido vivió su vida ahí. Nada más certero para evitar distracciones y concentrarse en el alma y la búsqueda de nuestro ser en fronteras interminables.
Agradecimientos
La Editorial ExLibric ha tenido un trabajo dedicado, paciente y de buen trato desde la primera entrega del material. Es como cualquier editorial de talla mundial debería obrar: con la calidez y sencillez humana a pesar del trabajo. Tomé contacto con su director, Carlos Torres, si no fuese por la insistencia de Silvana Acco, quien realizó el prólogo de la obra y me animó a publicar. El trabajo de la editorial en su apuesta por la obra, el empuje de Silvana, quien fue la primera persona en leer los poemas y el posterior trabajo de difusión han sido justos.
Jorge «Chino» Sabogal, músico, compositor y cantante peruano ha escrito la síntesis de la contraportada. Desde que, durante nuestra visita en 2017 a Barcelona, fuimos a leer literatura de Carl Gustav Jung a Alibri Librería, nuestra vida tuvo un giro importante en encontrarle significado al arte y su sentido de trascendencia en nosotros.
Julio Granados, ilustrador y diseñador peruano, cuyas piezas ha valorado Pedro Almodóvar, es un amigo de años a quien agradezco. Ha captado el concepto de «El cielo está en tu sonrisa», de la independencia de los poemas que lo conforman y lo ha convertido en una obra de arte que lleva los versos hacia un cielo estrellado y una sonrisa universal. Una sonrisa entre matices, acertada conjugación de colores y una luminosidad trascendente. Quien mira hacia adentro, despierta, dijo alguna vez Carl Jung. Eso invita Julio Granados con esta portada.
Julio, además, cuya experiencia se da por dos décadas vividas en Estados Unidos, entre muestras y murales realizados, obró en todas las portadas de mis obras anteriores: Todas las noches, otros diluvios (2016), Tiempo propio (2015), Décimas cosas (2014, variante de portada) y La historia con ellas (2013). Constituyen, además de portadas, piezas de arte en cuadros y gráficos que se alistan a ser expuestos en su propia retrospectiva.
Quisiera agradecer, aunque en la primera línea queda implícito, a mi hijo, el amor de mi vida, mi compañero infatigable de aventuras, con el que nos une el amor por la vida, la naturaleza y la aventura. Agradecer a Dios que, en todo momento, ha cuidado de mi familia y de mí, y que ha sembrado el camino conforme a sus disposiciones para el desarrollo de mi aprendizaje de vida y mi legado.
Christian Cortez Abanto.
Un comentario
Felicito a Christian Cortez Abanto, a la editorial ExLibric, a todos los que han aportado para que esta obra vea la luz. Se ve sencillez y calor de hogar. Saludos!