Una más del tratamiento machista en la historia y en la literatura. Los libros de texto siempre destacaron a los trovadores y nos hicieron construir una imagen de hombre trovador, pero en la Edad Media también hubo trovadoras, las trobairitz, personajes que resultaron indispensables para comprender la literatura medieval, pero que desaparecieron de la mayoría de estudios.
Existir existieron e incluso con versos que en muchos casos superaban en calidad a los de los hombres y cuya temática llegó a tratar sobre la libertad de la mujer, especialmente en cuanto a la expresión del amor. Lo hicieron hace 9 siglos.
Por lo general, las trobairitz eran de origen noble y eran mujeres casadas con nobles del ámbito provenzal. Hubo en el sur de Francia, norte de Italia, pero también en zonas de España como Cataluña o Navarra. La principal novedad que aportan es que por primera vez la mujer reclamaría el afecto del amado, se declaraba al hombre, algo que era muy transgresor para la época.
Pocos nombres de las trobairitz han llegado hasta nuestros días, poco a poco se está realizando un trabajo por recopilar documentos y profundizar en sus figuras, conocemos a una de las trobairitz más destacada: la Condesa de Dia o Beatriz de Dia.
Condesa de Dia
Se entiende que se llamaba Beatriz de Dia, aunque su identidad es confusa, pero sí era hija del conde Isoard II de Dia, nacida en 1140. Habría sido esposa del conde de Viennois, Guillermo de Poitiers, aunque amó al trovador Rimbaud de Orange, al que le dedicó varios poemas. En cambio, hay otras teorías que la llaman Isoarda y se casó con Raimon d’Agoud.
Se conservan cuatro composiciones en occitano, entre ellas A chantar m’er de so q’ieu non volria, única canción trovadoresca cuya música se conserva intacta compuesta por una mujer. En la época, los poemas se solían acompañar por música de flauta.
Aquellas canciones rompían con la actitud de una mujer pasiva, hablaban de una mujer audaz, que podía tomar la iniciativa en el amor, que podía expresar sus deseos e incluso hablar del amor prohibido, adúltero, pasional y arrebatador, algo muy adelantado a los tiempos.
No obstante, el caso de estas canciones sobre la libertad del amor femenino eran excepciones, ya que la mayoría de estas trobairiz encarnaron el ideal de «señora». Eso sí, en la sociedad occitana de aquellos siglos se sabe que la mujer tenía un papel más avanzado que en otras regiones europeas, ya que al partir los hombres hacia las Cruzadas, el control y administración de las tierras y propiedades recayó en muchos casos en las mujeres.
Desconocimiento de la obra de las trobairitz
La obra de las trobairitz está marcada por su desconocimiento, tanto que ni los expertos se ponen de acuerdo en decir qué obras se les pueden atribuir. Según las fuentes, se conservan entre 23 y 46 canciones. La mayoría de ellas forman parte de intercambios epistolares que posteriormente pasaron a manuscritos por lo que no se sabe con exactitud cuáles correspondían al hombre y cuáles a la mujer de ese intercambio.
Además de la Condesa de Dia, otras trobairitz son Azalaís de Porcairagues o María de Francia, pero hay otro caso bastante especial.
Bierisi de Romans, la trobairitz que amaba a otra mujer
No parecen existir dudas en cuanto a la atribución de uno de estos poemas a Bierisi de Romans. En la canción Na Maria Bierisi o Beatriz expresa su amor por otra mujer llamada María, pero además lo hace usando el tópico del amor cortés en términos de admiración y deseo físico. Precisamente, por tratarse de amor cortés, hay expertos que señalan que no se trata de una expresión lésbica, sino que es una simple expresión de cariño que se eleva literariamente. Lógicamente, es difícil demostrarlo.
La fugacidad de las trobairitz
Los expertos en historia de la literatura coinciden en señalar que el fenómeno de las trobairitz duró muy poco, apenas un siglo. Fueron un pequeño grupo de deslumbrantes poetisas que componían y cantaban sus poemas, todo entre el amor, el deseo y el anhelo.
El caso anterior de la princesa Wallada
Pero antes de las trobairitz incluso hay catalogado el caso de otra mujer que en al-Ándalus cantó su pasión en forma de versos, la princesa Wallada, hija de uno de los últimos califas que vivió en el siglo X. Escribió sobre su romance con el poeta Ibn Zaydún y a sus palabras no les falta fuerza.
11 comentarios
Hermosa referencia. No sabía de estas trovadoras. El paso y la huella de la mujer por la historia es una tarea pendiente.
Interesante la información, es cuestión de quitarse los miedos y tener mucha voluntad y poder estar en la misma situación.
suena bellisimo. Gracias
maravilloso dato quenos amplia el conocimiento sobre el papel de la mujer a traves de la historia. gracias!
Desearía conocer al autor(a) de la reseña.
Hola: el autor de la reseña si he investigado bien es Alfonso morales
Hola:
Alguien me podria decir donde puedo encontrar mas informacion sobre Las Trobairitz?
Gracias,
Ana
Le recomendamos el artículo de Antonia Víñez Sánchez y Juan Séz Durán
Hola:
Queria decir q gracias a jose porque ahora ya se quien escribio la reseña.
Gracias
Ana
Hola de nuevo:
Gracias por la informacion ire a esas webs para descubrir mas informacion
Gracias
Ana
bellísimo, alguien sabe si tendrán relacion y/o habrá influencias de parte de las Trobairitz en las tunas femeninas?….. seria interesante.