El pasado sábado 13 de mayo, la librería El Rincón de Nubia celebraba su primer aniversario. Un lugar acogedor y potente, cuya responsable, Yael, es una mujer todoterreno que tan pronto te consigue un libro imposible como organiza un taller cuentacuentos. El Rincón es, además, de esas librerías llenas de luz y, al mismo tiempo, con olor a papel, a tinta, a sueños, cercano y único.
Entre los que se acercaron aquel día tan especial, donde se metió la presentación de Hacia el Invierno, estaban integrantes de su grupo de lectura. Personas dispuestas a escuchar, reflexionar y compartir. Era como estar en casa. Nunca me había sentido tan a gusto entre personas extrañas. Creo que es uno de los regalos tan bellos que me está ofreciendo la publicación de este libro. Para poner el lazo se acercaron algunos amigos de esos que hace años aguantan a la que aquí escribe sin saber exactamente por qué. De hecho, una de ellas, Tere, también escritora, fue quien guió la entrevista.
Pudimos ver el crecimiento de nuestra forma de pensar desde el acto impulsivo de la adolescencia hasta la sensatez de la edad adulta; lo poco que se suele valorar éste último tramo de edad y que sin embargo, muchos tenemos presentes al haber sido educados bajo la tutela de abuelos y personas mayores; la posibilidad del amor incluso en el invierno e, inevitablemente, la concepción del miedo, cómo cada uno de nosotros alimenta a ese monstruo que crece cuanto más terror instala en el corazón.
Fue intenso y fue emotivo.
Y, sinceramente, no puedo sentirme más agradecida.