Sentir tu mirada de verde cristal
bailando con duendes, elfos y hadas,
cantando al atardecer,
perdiéndose en el bosque de tu voz pausada.
Sentir tu mirada atravesándome en gotas de papel,
hechizando mi mirada,
robando el latir inocente
de este corazón perdido en tu sonrisa malvada,
juguetona, resplandeciente.
Porque, sentir en ti es…
Sentir en ti es suspirar, cantar,
sonreír, perderse.
Que las horas ya no tienen hogar,
qué la noche no llegue a su fin,
y, entonces, la tristeza desaparece.
Quiero soñarte,
acariciar tu piel de luna negra
y que me sueñes.
Quiero beber de tu alma
los suspiros de mi amor tatuados en tu piel.
Y sentir, tan solo sentir,
la emoción de tu verde,
el frío cristal en el que mi corazón bebe;
convertir en memoria
el veneno de tu sonrisa limpia y transparente,
cantarina, melodiosa,
pura locura de lógica demente.
Y es que quiero sentir,
sentir y perderme entre tus brazos opacos,
tu piel oscura, tu locura cristalina y perenne.
Sentir que es posible querer,
que es posible vivir,
aspirando tu sonrisa, niebla de luna,
deshaciéndose al amanecer.
Sentir,
sentir y perderme…