En Anomalías ordenadas se presentan historias cortas, muchas de ellas inspiradas en hechos reales de otra época, quizá con quince años o más de espera, publicadas en periódicos principales de tirada nacional. Fueron todas ellas situaciones que hoy no dejan de estar de actualidad; entre ellas, erupciones, incendios provocados, accidentes, abusos, maltratos, sinsentidos, despistes, etc. Todos los relatos que se recogen son anomalías del comportamiento humano, ordenados alfabéticamente.
Una anomalía, en este contexto, es una forma diferente o poco habitual de conducta, muy presente en el sinvivir actual, sin distinción cultural o de clases. Todas ellas aceptadas o asumidas por una sociedad enferma y perdida, cada vez con menos sentido crítico. Como ejemplo, especialmente relevante por su presencia en los medios de comunicación y las redes «antisociales» actuales, está el desempeño profesional de nuestros pseudopolíticos, en un escenario en el que presenciamos, absortos, comportamientos poseídos por un espíritu ideológico falso, de manera demostrada por la historia reciente, tan obsoleto como absurdo. Pocos quedamos hoy que no seamos anómalos.