Podría perderme en la carne de tus labios y soñar con ella poemas de amor y erotismo toda mi vida.
Podría deshacerme en el brillo de tus ojos, en tu piel llena de manchas, en cada angulosa arruga de tu rostro.
Podría estar horas jugando a llevar mis manos entre tus piernas, sin llegar a tocar el deseo que duerme latente hasta que tu boca lo pronunciara.
Podría perderme más de lo que ya lo estoy sólo por el amor que hoy siento.
Y sería la persona más feliz del mundo.
Porque siento el latir del corazón cayendo en tus brazos, la calidez de tu compañía, la calma de tu existencia. ¿Quién puede pedir más cuando ya lo tiene todo?