Aunque nació en Casariche (Sevilla), Francisco Marín se trasladó por motivos de trabajo a Alhaurín de la Torre (Málaga), donde lleva más de veinte años viviendo. Desde muy pequeño las letras siempre pasearon por su cabeza, donde imaginaba historias que podían vivir las personas de su alrededor.
Su relación con la escritura arrancó con la composición de canciones y pequeñas historias; sin embargo, tuvo que volver a encerrar la imaginación durante mucho tiempo y convertirlo todo en cenizas, hasta que un buen día, en uno de los paseos que solía dar para ordenar la mente, se detuvo en medio de la calle, habló con su yo interior y le permitió salir para que realmente le dejara ser quien de verdad quería ser, un escritor sin miedo, sin censura y con ganas de que el mundo conociera a la persona que llevaba toda una vida encerrada en silencio.
Una vez vencido el miedo, comenzó a escribir lo que tenía oculto en su cabeza, logrando que salieran a la luz microrrelatos, relatos, poesías e historias como la que nos presenta en Los distintos vuelos de las mariposas, unos textos que le devolvieron la sonrisa a su corazón.