Capitana Lorca, La Armada de los Vencidos y el Oro Templario. Estimados lectores me presento soy J.G. Molina, es decir Joan Garriga Molina, autor novato de la narración que os presentamos desde la Editorial Exlibric. Se trata de una novela de aventuras, protagonizada por una mujer poderosa a la que el destino la sitúa ante una compleja tesitura. Nada más y nada menos que salvar a su país… ¡Qué no es otro que el nuestro! Eso sí, situado dentro de medio siglo ante lo que realmente deseo que sea una distopía y no el futuro que nos espera. Si queréis ir un poco más allá el libro tiene también otra lectura, algo así como una advertencia de hacia donde puede derivar nuestra sociedad.
Lorca comanda un buque de la Armada Española y en esta aventura pone proa hacia el Mar Caribe. Disponéis de un enlace AQUÍ donde descubrirlo todo sobre esta trepidante novela de aventuras. Al menos esa ha sido mi intención al escribirla. También puedes acceder de modo gratuito a leer el inicio de la novela a través de ESTE ENLACE.
Hoy quiero contaros como nació la Capitana Míriam Lorca. Trabajo como periodista, bloguero, influencer o como demonios se denomine actualmente el viejo oficio de contar cosas desde hace 33 años. Poco os descubro si os cuento que en este oficio donde creas tus artículos ciñéndote al tema de tu publicación, tarde o temprano muchos pensamos en que también podrías explicar otras muchas vivencias que podrían ser de interés. A lo largo de más de tres décadas viajando vas atesorando vivencias y anécdotas, lo cual te convierte en algo así como el «Máster del Universo entre los abuelos cebolléticos». Sin embargo se salen del tema de tu publicación… Así que van quedando en el tintero.
Crear como terapia evasiva
Justo hace ahora cinco años llegó ese momento para vaciar parte de lo que había ido quedando en dicho tintero. Por desgracia la ocasión llegó acompañada de dramatismo, amargura y demasiado sufrimiento. Ya sabéis, la maldita Pandemia. No compartiré con vosotros todo el drama que vivimos en nuestra familia, pues cada cual aguantamos lo que nos trajo, pero sí que en momentos de soledad, velando por el estado de mi mujer a quien el virus la maltrató mucho más que a un servidor, empecé a imaginar. Otros personajes, otros lugares que en su mayoría había conocido años atrás y me servían para crear en la mente aventuras lejos del triste panorama que se nos puso a todos por delante.

Afortunadamente, tras aquellos meses duros volvió la actividad y aquella ensoñación, que ya había tomado forma a modo de un tercio de las páginas del libro que espero te hayas sentido atraíd@ para leer, quedó apartada en una carpeta de mi ordenador. Volvieron las prisas por publicar y las fechas para acudir a presentaciones de nuevos vehículos… En fin que pese a las heridas y ausencias que nos dejase la maldita Pandemia tratamos de recuperar la normalidad. Tras algo más de un año Capitana Lorca, la armada de los vencidos y el oro templario no avanzó ni una sóla página.
Pero La Capitana Lorca no quería quedar en el olvido. Encontró a un mensajero. Fue durante una entrevista a un aventurero de esos que parecen sobrehumanos. Un tipo capaz de superar toda clase de limitaciones físicas y enfrentarse a un reto como el famoso RAID DAKAR al volante de cualquier tipo de vehículos: coches, quads, camiones… Yo inocentemente le pregunté sobre como era capaz de participar en una prueba como aquella al volante de cualquier tipo de vehículo. Albert Llovera, así se llama ese aventurero, simplemente me dijo:
«Si se te da bien conducir deprisa y competir lo haces en todos los vehículos en los que te den la oportunidad. Es como escribir tú no escribes solo de camiones ¿verdad?»
Y ahí tenéis al entrevistador pillado… De vuelta a casa empecé a pensar y ¡¡llevaba casi 20 años sin escribir y publicar de otra cosa que no fuesen los vehículos industriales y el mundo del transporte!!
Ni que decir tiene que el siguiente fin de semana la Capitana Lorca retomó su singladura. Si llegó o no a buen puerto queda en tu mano, estimado lector o lectora, juzgarlo.