Deborah Guittard (Offenburg, Alemania). De pequeña vivió en Caracas (Venezuela) y muy joven comenzó a lanzarse al mundo con dos hijos, dos matrimonios y dos ocupaciones adicionales: trabajo y estudios. Durante mucho tiempo estuvo en el mundo organizacional; sin embargo, lo que más le apasionaba era todo lo relacionado con el mundo emocional y los procesos humanos que tenían lugar en las organizaciones. Esa sensibilidad la llevó a realizar talleres, programas y seminarios en varias partes del mundo, hasta que decidió formarse y especializarse en aquellas disciplinas que producían en su ser un verdadero desplazamiento.
Como consecuencia de una cadena de acontecimientos, en 2017 decidió emigrar a Barcelona (España). Todos estos cambios le hicieron percibir la vida como un experimento que debe ser vivido en plenitud, integrando y encontrándole sentido a todo lo que ocurre, entendiendo que, en lugar de pensar en cambiarnos, debemos pensar en amarnos. Comprendió que todo lo que le pasa tiene un sentido y un propósito; que es fascinante experimentar el amor a través del otro y que el amor en sí mismo es la energía que hace que todo se transforme; que el crecimiento sucede, bien, por voluntad propia cuando salimos de la comodidad que nos brindan ciertos espacios, o bien, la vida nos empuja para que logremos alcanzarlo. Es entonces cuando tenemos la posibilidad de sacar nuestras mayores fortalezas y reconocer la capacidad infinita de nuestra alquimia interna.