De profesión maestra, Margarita Martínez Marzá (Utiel, Valencia) mostró muy pronto un gran interés por el «mundo de las palabras»; de hecho, no deja de asombrarle el universo del lenguaje. Su madre, amante de la poesía (procedía de una familia de poetas), le recitaba ya en la cuna. Su padre fue un gran lector, tanto que la biblioteca que poco a poco fue levantando ha formado parte esencial durante toda su vida. Por ello, no es de extrañar que la hija creciera en un maravilloso mundo de palabras y que mostrara interés por ellas en todas sus versiones desde el principio de su vida.
Queriéndolo compartir, ha ejercido como docente de Lengua Castellana en un colegio público y, posteriormente, de Historia (su otra gran pasión) en un instituto de secundaria. Ha escrito siempre, pero se decidió a publicar después de jubilarse. Un libro de relatos y cinco novelas es el bagaje. Por primera vez publica poesía. El libro se titula Puerta entreabierta, porque la poesía deja entrever el alma de los autores y pensamos que también entreabre la de los lectores.