Nighto Rapnos, creador de las Crónicas del juego eterno, comenzó su camino con una patada espartana. El trasfondo de un personaje de rol derivó en un pequeño relato, lo que le consiguió el encargo de crear una serie de relatos para una antología que se acabó quedando en el cajón de sastre. Se considera una persona sencilla, aunque no un lector empedernido. A pesar de que su forma de ver el mundo difiere mucho de la que tiene la gran mayoría de personas, disfruta de las historias en videojuegos, series y cualquier otro formato.
Cuando lee o ve una historia, se le hace predecible, no es capaz de ver los acontecimientos con la mente en blanco y ha de hacer un gran esfuerzo para mantenerse enganchado. Es, por eso, que sus narraciones buscan exactamente eso, que el lector pueda ver lo que está leyendo, o incluso oír las palabras. El problema de esto es que los propios personajes toman el control de una pequeña parte de su destino. Pero, siendo sinceros, ¿quién iría obediente a una muerte segura? «No importa lo que hagas o a qué te dediques; si lo disfrutas, no te importarán los sacrificios».