La luna, único testigo
Mallorca, primavera de 1975. Pedro Perelló, un pescador habitual en la zona del castillo de la Punta de n’Amer, se encuentra un cadáver flotando en el agua. Sin tener muy claro qué se debe hacer en estos casos, se sube a su Mobylette y se dirige al cuartel de la Guardia Civil de Son Servera para informar del trágico suceso. Una pareja de guardias civiles se desplaza hasta el lugar en el que Pedro ha divisado al muerto para tratar de descubrir su identidad. Empiezan a abrirse muchos interrogantes, porque no saben ni quién es ni qué le puede haber pasado. ¿Por qué su vehículo está en el otro lado de la bahía?