Tras la leve tortura
Que me he impuesto a mí mismo,
Mis ojos valoran el regalo
Que la humanidad ignora.
Cargado de inspiración y lástima
Emprendo un trabajo incansable,
En busca de los disímiles colores
Robados por la vida.
Dejando atrás lo superfluo
Que tanto promueven las masas,
Me uno a las escasas almas
Que logran ver la verdad.
Ante el temor a la muerte
Y el fin de mis ideales,
Escribo un testamento oculto
En espera de un heredero digno .
Bajo el mayor de los fines
Acepto cada castigo
Que llega a vivir un hombre
Que lucha por sus sueños.
Liderando mi destino
E invitado por el diablo
Me dirijo al peor de los infiernos
A negociar un paraíso.