Carta a los lectores de «Con mi abuela de la mano, pero no al parque»

Si estás leyendo esta carta es porque os gusta leer. Todo tiene que ver con la felicidad, de la que se nutre la libertad, la cual, a su vez, nace de la formación, que es la que se adquiere con el estudio y la lectura. Una persona «leída» es alguien que hablará con criterio, sentido común y conocimiento de lo que está opinando y diciendo. Así suele ser.

¿Por qué comprar este libro? Porque, si estáis comprometidos con la erradicación de la injusticia social, el genocidio, las guerras, las matanzas de inocentes, el maltrato a la mujer y a la infancia, además de a los mayores, entonces, a través de libros como este, que hay miles de ellos, os podéis convertir en co-denunciantes, junto al autor y demás lectoras y lectores. Todos deberíamos querer alcanzar un mundo más justo para las siguientes generaciones. No lo dudéis, leed libros como este, reflexionad y pensad que ser soldados de la paz y de la defensa de los derechos humanos, mancillados por tanta gente, es algo que se empieza informándose, con la lectura y el pensamiento crítico.

Decía el poeta: «No hay camino. Se hace camino al andar». O sea, no hay felicidad, sino que se construye día a día, con ser miembros activos de la búsqueda de la paz y la convivencia, en el marco de la tolerancia y el respeto a las/los demás.

Tengo que ser sincero. Estoy escribiendo esta carta un 17 de junio de 2024 con algo de sufrimiento y dolor. ¿Por qué?

A mi izquierda tengo el libro que estoy releyendo, por tercera vez, llamado «The Sunflower», del escritor Simon Wiesenthal (1908 – 2005), judío, víctima y superviviente del holocausto. La trama del libro gira en torno a la palabra «PERDÓN».

Nos hace preguntarnos: ¿Podemos/debemos perdonar a los genocidas y asesinos?

Su respuesta es el silencio. Nos deja. Nos invita a pensar, buscando nuestra propia respuesta, tras navegar entre el deseo de la venganza y el odio, además del perdón. Nos dice que cuando las víctimas se preguntaban: «¿Dónde está Dios? ¿Por qué permite este genocidio?». Alguien dijo: «God is on leave» (Dios está en excedencia, de permiso…). O sea, no está ni se le espera.

El dolor y el sufrimiento conviven en un mundo de maldad, mientras que la bondad se va erosionando, con el tiempo y nuestra pasividad, ante lo que ocurre diariamente. No lo permitamos, actuemos, levantemos nuestra voz.

A la derecha de mi ordenador tengo, sin embargo, las últimas noticias de los 36.000 palestinos muertos, asesinados por los israelitas con misiles, bombas, tanques, metrallas, etc. De ellos, más de 15.000, niños inocentes. Sí, todo comenzó un 7 de octubre de 2023, cuando los que los terroristas llaman «terroristas de Hamás», asesinaron a más de 1.400 israelitas inocentes, tomando, como rehenes a más de 200.

¿Es el perdón el camino para llegar a la mesa de la paz y que cese el fuego. Hablando, no a las armas, sino a la voluntad de la convivencia?

¿Se acuerda el pueblo israelita del holocausto? ¿Se parece esta venganza, contra los palestinos, a aquel holocausto?

Como os he dicho, sí, a mi izquierda el libro «The Sunflower» y a mi derecha las trágicas noticias del terror de la guerra israelí-palestinos. En medio estoy yo, haciendo una llamada a vuestra conciencia, con dos claros mensajes:

1 – Comprad este y otros libros que os inviten a pensar.

2 – Leedlos y sentaros a pensar para poder decir, bien alto y claro: BASTA YA DE GUERRAS, GENOCIDIOS Y TANTO SUFRIMIENTO. VIVA LA PAZ Y EL AMOR ENTRE HOMBRES Y MUJERES, CUALQUIERA QUE SEA SU RAZA, ÉTNIA, COLOR, CREENCIA, ETC.

Gracias por haber leído estas líneas.

Un cordial saludo del autor, Francisco Machota Aranda.