Buenas tardes estimados amigos. De nuevo me dirijo a vosotros, mis queridos colegas y lectores.
No podía olvidar esta fecha y desear fortuna a todos los aspirantes al concurso Relato 48. Esta vez ha sido imposible poder competir y aportar lo mejor de mí a esta edición, espero que el próximo año si lo sea, al menos es mi deseo.
Tampoco quería pasar por alto lo importantes que son estas fechas. El próximo domingo es el día del LIBRO, fecha marcada en el calendario para renovar nuestro fondo de armario literario, y asistir a la multitud de ferias que se celebrarán a lo largo y ancho de nuestra geografía. Es el punto d encuentro para encontrarnos autores y lectores a la sombra del quiosco o puesto de libros. En mi caso estaré presente el 30 de abril en Córdoba, concretamente en La Rambla. En ese bonito lugar y con el que tengo una deuda de gratitud pendiente, realizaré la presentación de mi novela, deseo que todo el que esté cerca de ese lugar no deje de acompañarme.
Como para todos los escritores, el éxito de nuestro trabajo es esencial para continuar por ese camino duro, difícil y muchas veces ingrato, por carecer de la recompensa soñada. Pero por otra parte es gratificante el saberte como arquitecto de un edificio, en el que en cada una de sus plantas y estancias se esconde una historia, algo que escribir, algo que contar.
A todos los que me leáis a través de estos párrafos, os invito a la lectura, porque esta es el cinematógrafo de nuestra imaginación, la que nos transporta a parajes lejanos, la que nos abre al conocimiento. Yo me brindo a ello con mi modesta novela LIBRO DE FAMILIA.