¡Hola de nuevo!
Hoy volvemos a hacer una entrada sobre el Juego Eterno. Como ya hablé sobre las bases y las reglas , ahora le toca a las piezas y a la configuración de cada una de las partidas.
Lo primero que tenemos que saber es que las piezas son seres nombrados por los creadores, o en su defecto el rey si consigue que se unan a su causa.
Lo segundo es que una pieza del Juego Eterno sólo puede morir a manos de otra, por lo que se vuelve invulnerable a la muerte por venenos (a no ser que sea envenenado por otro).
Lo tercero es que cada una de las piezas corresponde a un único individuo a excepción de algunas muy concretas como pueden ser los peones.
Por último, hay que tener en cuenta que el tablero tiene un límite de fuerza que es capaz de soportar, por lo que todos los juegos quedan limitados a doce contendientes nombrados por cada bando.
Ahora llega el momento de la verdad. Os presento qué papel juega cada uno.
– El Rey: es una de las tres piezas obligatorias, y su muerte significa el final.
– La Reina: es la principal guía a pesar de que en la mayoría de los casos puede gozar de un poder muy similar. Es la siguiente pieza obligatoria para dar comienzo a la partida.
– Campeón: también llamado héroe. Es la fuerza de ataque esencial y goza de un poder equiparable a los monarcas. Es la última pieza necesaria para dar inicio al juego.
– Caballero: su principal papel es acompañar a la primera fila de ataque y abrir camino.
– Baluarte: como su nombre indica, son la defensa básica.
– Paladín: es una unidad híbrida que concentra a dos individuos que por sí solos tienen suficiente habilidad como para estar bajo esta etiqueta; por ejemplo, un baluarte, un caballero o un destructor. Pero el hecho de ir siempre juntos los hace una fuerza parecida a un campeón.
– Destructor: su nombre da una idea de su función . A diferencia de los caballeros, su trabajo es entrometerse en las líneas enemigas y generar el mayor caos posible.
– Hechicero: engloba a todos los magos, y es de las primeras figuras que pueden estar compuestas por hasta diez individuos. La diferencia es que esta pieza sigue en pie mientras quede uno con vida.
– Sombras: esta unidad se especializa en la infiltración y recolección de información. No suelen encontrarse en el campo de batalla, pero pueden preparar el terreno a sus compañeros. Esta pieza del juego suele estar formada por uno o hasta por cinco individuos.
– Elementales: dependiendo del tipo (esencia, mayor, intermedio o menor) puede tener diferentes miembros; es decir, la esencia es una existencia única, mientras que los espíritus menores podrían agruparse en hasta una veintena como máximo para formar una pieza.
– Bestias: esta figura representa las criaturas o jaurías entrenadas para el combate. Suelen ir en grupos de cinco a cincuenta individuos y su papel principal es apoyar a los aliados.
– Peones: esta pieza es la más débil de todas en lo que se refiere al poder bruto, pero es la más mayoritaria en número; en representación podría ser un ejército de hasta quinientas unidades. Su función es herir a sus enemigos y ser la fuerza de asedio.
Ahora que se han presentado todas las piezas, hay que hacer una matización sobre las Bestias y los Peones. A pesar de que pueden ser de las unidades más nutridas, carecen de la fuerza necesaria para poder derrotar a los monarcas, pero nada les impide herirlos y debilitarlos.
Con toda esta información, tengo una pregunta para todos los que leéis el blog y las Crónicas. ¿Sabríais identificar qué papel tiene cada uno de los protagonistas?
Gracias de nuevo por estar aquí una vez más y seguir al viajero de Eros.