¿Sabes cuando en las palabras no te cabe lo que sientes?
De fondo estoy escuchando la canción Last words, del grupo de Manchester Go, Go, Penguin, y esto me calma, hace que pueda tener el valor suficiente para prepararme y empezar a escribir. Cuando Javi me pidió que escribiera el prólogo de este, su pequeño gran libro, como no podía ser de otro modo, me emocioné. Llevo años emocionándome por cada paso que miro que da, por cada batalla en la que lucha, porque ahora escoge las batallas, por su mirada, por su verdad. Y pensé: ¿cómo poner en palabras aquello que yo también he vivido, aquello que sentí, que me rompía en pedazos? A veces me situé lejos, a una distancia segura para mí, aunque pareciera que estaba corriendo. Tenía miedo y nadie sabe cómo va a reaccionar de antemano cuando el miedo te come hasta las entrañas. Otras veces me vi metida de lleno en la tormenta, con una angustia que no se iba. Me acompañaba de la mano en todo momento y no me quería soltar. Me cuesta mucho poner palabras a esta etapa de mi (su) vida, que magníficamente refleja en este pequeño gran libro y que leyendo sus páginas he vuelto a sentir. Pero ahora es distinto. Todo es distinto. La calma me llena y leo en sus páginas una paz que me gusta. Que me gusta mucho. Nunca pensé que fuera a ocurrir todo esto en mi camino con Javi. La vida muchas veces nos sorprende y nos coloca en lugares donde tenemos pendiente un aprendizaje.
¡Y vaya si aprendimos!
No ha sido fácil, nunca nada es fácil, pero de lo que no dudo es de que en este camino juntos el amor siempre nos ha sostenido. Siento por Javi un amor grande, de lo más grande que puede haber en este mundo. Y tampoco dudo de que siempre estará en mi vida. Es una de las personas más importantes que me han acompañado y que me acompañarán. Y yo a él. Haces cosas muy grandes, Javi, como este pequeño gran libro al que, con toda tu verdad, has dado forma. Que nadie nunca te haga sentir que dudas de esto, ¿me oyes?
No sé si esto puede tener el calificativo de «prólogo» o no, pero es lo que me ha salido. Y es lo que puedo y quiero expresar.
Te quiero mucho. Gracias por no dejarme sola.
Eva Caparroz Novoa
Gracias Eva por salvarme la vida