¡Muy buenas! Para empezar el mes de octubre, he optado por una novela que me ha recomendado bastante mi amiga Raquel, quien pertenece a un club de lectura y me comentó que este sería el libro en cuestión para los miembros. Fue tanta su seguridad en que merecía la pena (y las incontables recomendaciones en su favor por redes sociales) que decidí darle la oportunidad.
«Si te propones convertirte en algo que no eres, fracasarías siempre. Tu objetivo debe ser convertirte en ti misma»
Matt Haig, La Biblioteca de la Medianoche
La calificaban como una novela interesante, pero sobretodo «sanadora«.
En el momento en que lo comienzas y puedes leer los comienzos de los primeros capítulos («X horas antes de que Nora decidiera morir»), no sabes muy bien qué es lo que se puede venir en los siguientes capítulos. Quiero decir, ¿nuestra protagonista se suicida en las primeras páginas y ya está? Sin embargo, ahí estaba la gracia.
Después de que Nora sintiese que nada en su vida iba bien, una chica joven que definitivamente podría haber conseguido tantas, toma la contundente decisión de terminar con su sufrimiento, sin embargo, nada sale como ella espera. Ni mucho menos
Una vez decide morir, aparece en una biblioteca donde se reencuentra con su bibliotecaria, la señora Elm, del instituto. Allí, ella le explica en qué consiste aquel lugar repleto de estanterías con libros, y ahí es donde comienza su historia. Nora decide experimentar lo que podría haber sido su vida adentrándose en cada libro que cupiese en sus posibilidades, en lo que su vida hubiese detonado si hubiese elegido de otra forma, si hubiese hecho las cosas diferentes: la inmensa variedad de posibilidades en la que podría haber sido su vida, aquella que ella pensaba que habría sido la idónea, la que su familia hubiese querido para ella hasta la más simple y normal que jamás pudo haber imaginado. Una vida ideal de la que simplemente no hubiese querido escapar.
El libro tiene unas 330 páginas, los capítulos son cortos, pues la estancia de Nora tanto en la librería como en la vida que va eligiendo es efímera. La primera noche que comencé a leer esta novela apenas era capaz de dejarlo, y me leí casi la mitad. Entre unas cosas y otras me ha durado una semana por falta de tiempo y porque en realidad no lo quería terminar. Sin duda, la historia (o historias) de Nora te llegan profundamente al pecho, como si simplemente no supiese a ciencia exacta si concordaba con ella en su actitud ante cada nueva perspectiva, pero finalmente la entendía: una persona que no estaba cómoda en el mundo es muy difícil hacer que quiera quedarse. Sin embargo, a cada nueva historia nuestra protagonista va cambiando su rumbo, va aprendiendo de cada una, de las personas con las que se encuentra, de los hechos que ocurre, de los peligros, de los miedo y de las consecuencias. Es incluso cómico como no puede decir ciertas cosas porque la gente jamás entendería que minutos antes de estar en un sitio estaba viviendo una vida muy diferente.
«La única manera de aprender es vivir«
El autor, Matt Haig, usa con habilidad su narrativa sinigual para presentarnos esta dualidad en la que las personas siempre añoramos más de lo que ya poseemos y disfrutamos en el tiempo presente: quiero un mejor físico, personas cerca de mí, quiero ser importante y una gran influencia, quiero casarme con aquel hombre que tanto me gusta, quiero que mi mascota vuelva, quiero que mi hermano y yo volvamos a llevarnos bien, quiero, quiero y quiero. No solo nos muestra lo equivocados que estamos, sino el insistente error en convencernos a nosotros mismos de que la felicidad y la vida idónea solo se consiguen a partir de excentricidades y falsas convicciones.
Por otro lado, me parece un tema bastante interesante el centro de la historia: el asunto de las vidas paralelas y los multiversos. ¿Realmente es esta la única vida posible que tenemos? No solo es la duda lo que ha crecido en mí, sino también la curiosidad. En cada capítulo del libro me gustaba imaginar al final de este la inmensa variedad de mis múltiples vidas paralelas. ¿Qué tal si en otra vida yo fui una best-seller? ¿Veterinaria? ¿Astronauta? ¿Y si tal vez alguien cercano a mi vida nunca muriese y a día de hoy seguía conmigo? ¿Podría haber salvado a aquel gato que adopté hace años y que contrajo una enfermedad agresiva que acabó con él?. ¿Qué tal si en una vida paralela eras tú quien escribía libros y artículos y soy yo la que los lees? ¿Te imaginas aquella vida en la que finalmente te casabas con tu antigua pareja y las sensaciones que eso te trasmite? En cada una de ellas me daría miedo, al igual que pasaba con Nora.
No estoy segura de hasta qué punto el misterio de las vidas paralelas es cierto o no. Según Ash, uno de nuestros personajes, esto es una ciencia, y de lo que estoy segura es de que en un libro como este la ciencia es la que te enseña el mensaje que no deja de repetirse: «La única manera de aprender es vivir»
Imagínate tener tantas vidas diferentes para experimentar, aunque tu misión principal era acabar con tu vida raíz para siempre; imagínate sentirte tan perdido que decides vivir una vida en la que la gente que te rodea no es la misma que tienes ahora, que tu trabajo es diferente, que tu mascota ni siquiera existe: imagínate buscar la vida idónea y no darte cuenta de que la vida ideal era seguir vivo.
En lo personal, la novela desde el libro de los arrepentimientos hasta el libro final ha sido simplemente emocionante, fuerte, desolador, sobrecogedor, confuso, armonioso, loco y a la vez precioso. Debo decirlo, por supuesto que es sanador, y por ponerle alguna pega, por mi parte diré que no cuenta con ninguna. Animo con todo el corazón a que el público se anime a no solo leerlo, sino a dejarse envolver por cada historia de la Biblioteca de la Medianoche.
Mi puntuación son unas merecidas 5 estrellas.
Lucía