Leemos por varias razones, pero entre tantos textos, hay una amalgama de emociones que solo se conjugan en la poesía. En ella podemos encontrar experiencias tan amenas como en una melodía de Beethoven, puede despertarnos los recuerdos más recónditos y brindarnos la esperanza más utópica posible.
La poesía es un deleite múltiple, a veces extracorpóreo. No lees al autor, te estás leyendo a ti, y en cada verso redescubres sentimientos. De esta forma, cada palabra te hace reencontrarte y vivir un destino inimaginado; tanto que cuando regresas a lo convencional, entiendes que necesitas la poesía para comprender que existes mucho más allá del trajín cotidiano.