Bienvenidos nuevamente a otro post. Hoy vamos a conocer un poco más a la Forjadora Loriana.
Como todos sabemos, en las Crónicas, se le describe como una mujer de cabellos largos y pintados como si mil pinceles le diesen color con cada movimiento. El iris de los ojos está lleno de colores que giran como si la pupila los absorbiese como un agujero negro. El cuerpo está cubierto por un vestido lleno de placas de armadura y su figura esbelta la hace a nuestros ojos una hermosa mujer.
Lleva desde los inicios del Juego avanzando y retrocediendo. A pesar de que es de las más antiguas, lo que realmente le interesa es la creación y ver a sus “hijos” avanzar. Con el tiempo y la observación fue desarrollando un vínculo con todas sus creaciones; no obstante, en pocas ocasiones ha tenido un ascendido, por no decir que los puede contar con los dedos de la mano. Este lazo provoca que suela dejarlos a su suerte una vez termina el juego y ha de desplazarse.
A la hora de construir los sistemas solares y dotarlos de vida, siempre prepara un mundo tan hostil como benevolente, sin darse cuenta de que ella misma se refleja en el planeta. Pero en el caso de Loharr hizo algo especial. Lo primero que deseó fue un lugar lleno de vida que ofreciese múltiples posibilidades. Sabía que una sola raza iba a ser incapaz de dominar todo lo que deseaba entregar, así que inició un plan: insufló al planeta toda la magia que fue capaz de soportar; creó varios árboles sagrados, para descender al mundo e interactuar cuando desease, y engendró dos razas que pudiesen complementarse, los senaim y los loharianos.
Pero, para su sorpresa, éstos crearon (por accidente) a los licántropos. Al ver su potencial decidió corregir los errores de sus hijos. Así fue como nacieron los teurels. Pero no todo terminó ahí; los loharianos derivaron en una subespecie que fueron los kinarian.
Maravillada por todo esto, usó a las fuerzas primordiales del mundo, las esencias, para que se hibridasen con loharianos y senaim, lo que resultó en los primeros nephilim. Con todo esto ya pudo gozar de un enorme repertorio para sus piezas en el juego.
Loriana e Istheriot ya se conocían de anteriores juegos, y éste siempre había demostrado ser muy superior. Pero cuando se encontraron de nuevo, él le dedicó unas palabras de admiración por cumplir su palabra de volver a jugar juntos, algo que es prácticamente imposible dado el basto tamaño de la galaxia. Por otro lado, al Forjador Xunner lo conoció en esta rotación. Ambas perspectivas chocaron desde el inicio, por lo que la relación que tienen es totalmente hostil. Sobre todo porque cambiaron de tablero para favorecer la supervivencia de los karon y porque, en los dos enfrentamientos que han tenido, ella ha salido victoriosa. La única derrota de la Forjadora tuvo lugar contra Istheriot y su rey “inmortal”, apodado así por estar imbatido…aunque tiene la esperanza de que su nuevo rey rompa esa racha.
Hasta aquí llega este post sobre Loriana que espero que os haya gustado. Gracias de nuevo por estar aquí una vez más y seguir el viaje de Eros.