¡Volvamos a casa! los bosques se quedaron sin ramas. El fuego las abrasaba.
¡Volvamos a casa! los mares vomitaban desechos que a sus criaturas ahogaban.
¡Volvamos a casa! las nubes abrían sus compuertas intentando arrastrar tanta inmundicia.
¡Volvamos a casa! los hielos se derretían intentando recuperar lo que les correspondía.
La naturaleza gritaba pero indiferencia era la única que le contestaba.
Ya impotente se quedó sin palabras y entregó su futuro a los jinetes para que ellos lucharan con otras armas.
¡Volvimos a casa! ya se escuchan los trinos.
¡Volvimos a casa! ya respiro.
¡Volvimos a casa! los árboles y flores brotaron.
¡Volvimos a casa! el mar ha recuperado sus tesoros.
Volvimos a casa y todo está de nuevo en su sitio —dijo la madre tierra—