Las autoridades sanitarias no hacen más que repetirlo. Estamos atravesando una de las mayores crisis sanitarias de la historia. El virus se ha expandido por todo el mundo y nadie parece estar a salvo de su posible contagio. Y para reducir las posibilidades de contraer dicho virus, se ha recomendado seguir una serie unas consejos que pueden ayudar a evitar que seamos infectados. El más común es el de no salir de casa a no ser que sea absolutamente necesario, otro es el de lavarse las manos con frecuencia, luego está el de mantener la distancia de seguridad en torno a los dos metros y el de llevar mascarilla y guantes en caso de disponer de ellos. En este sentido se aconseja ser estrictos con las pautas. A continuación vamos a mostrar algunos ejemplos prácticos de cómo debemos actuar para ayudar a frenar el avance del coronavirus.
En caso de que tengamos que salir de casa para realizar la compra, sacar al perro a pasear, ir a la farmacia o a trabajar, es absolutamente necesario no olvidar que no debemos tocar nada y que si lo hacemos es preciso no llevarnos las manos a la cara, ni siquiera llevando guantes desechables. Por tanto, para evitar un acercamiento imprudente a otras personas, tenemos que pedir a los farmacéuticos y dependientes de supermercados que nos lancen los productos que queremos adquirir. Tenemos que estar preparados para cogerlos al vuelo. Una vez hecho esto usaremos un gel desinfectante para limpiar el artículo antes de meterlo en la bolsa, la cual deberá estar previamente desinfectada. No olvidemos tampoco de desinfectarnos las manos después de realizar estas sencillas tareas. Si no disponemos de dicho gel, las autoridades sanitarias recomiendan que nos lavemos con jabón junto con todo lo que hayamos comprado nada más llegar a casa. En cuanto al número de alimentos a comprar, es preciso que tengamos claro qué necesitamos, hacer una lista y ceñirnos a ella para no alargar el tiempo de exposición. Es recomendable usar un cronómetro y poner un tiempo máximo. Si vemos que el tiempo se agota, debemos regresar a casa de inmediato, a ser posible corriendo. Tengan en cuenta que es preferible morir de inanición que por culpa del coronavirus. Ya que, por encima de todo, hay que evitar formar parte de las estadísticas de contagiados que tanto preocupa a la sociedad.
De camino al trabajo, sobre todo en caso de que se viaje en transporte público, debemos tener muy presente que bajo ningún concepto debemos tocar las barras de protección, incluso aunque vayamos de pie y vengan curvas inesperadas. Es mejor perder el equilibrio y caer al suelo de bruces que correr el riesgo de contagiarse del virus al sujetarnos a dichas barras. En caso de que haya más personas en el vehículo público en el que viajemos, además de guardar la distancia de dos metros, sería aconsejable sacar la cabeza por la ventanilla para no respirar el aire del interior. Una vez hayamos llegado a nuestros puestos de trabajo, nos lavaremos las manos antes, durante y después de comenzar con nuestra labor. Cuando hagamos el proceso inverso también tendremos que seguir lavándonos las manos. Si es usted uno de los privilegiados que han dejado al sistema sanitario sin material y puede contar con mascarilla, guantes desechables y gel desinfectante, no se prive de nada y úselos todos al mismo tiempo. Si se quita la mascarilla para fumar o hablar por teléfono, desinfecte en cigarrillo y el teléfono antes y use el mismo gel para desinfectar la mascarilla antes de volver a ponérsela. A continuación proceda a desinfectar los guantes y el propio desinfectante. Si a estas alturas usted sigue conservando la cordura, cuando saque a pasear al perro debe desinfectar la correa, el perro, la orina y el excremento que deposite en el suelo. Al llegar a casa quítese el calzado y diríjase al lo antes posible al cuarto de baño para darse una ducha con la ropa puesta para facilitar la limpieza de las partículas del virus que se hayan adherido a sus prendas. Todos estas pautas no sólo son aconsejables, sino necesarias. Asimismo intente llevarlas a cabo sin que sus manos toquen ningún objeto. Use el codo, las rodillas o los pies, pero nunca las manos si previamente no las ha desinfectado. Recuerde que, pese a que las autoridades sanitarias insisten en que el virus no está en el aire, hay que ser precavidos con la posibilidad de que el Covid-19 sepa saltar de persona en persona como si fuese un piojo y posteriormente trepar como si fuese el jodido Spiderman, con la pretensión de entrar en nuestro cuerpo introduciéndose por alguno de nuestros múltiples orificios.
Si a pesar de haber cumplido con todas estas recomendaciones sanitarias siente algún síntoma de contagio, procure quedarse en casa, a ser posible en silencio y sin comunicárselo a las autoridades. Recuerde que es preciso alcanzar el famoso pico y que si persistimos en la manía de contagiarnos, tardaremos mucho en conseguir el objetivo. Por tanto, actúe con responsabilidad y muérase de cualquier cosa, pero evite en la medida de lo posible hacerlo por haberse contagiado del virus. Entre todos acabaremos con él, si es que no acabamos antes dándonos de cabezazos contra la pared.