Dueto
MUJERES DE SALAMINA
Mujeres de Salamina
donde no existe la edad
el odio es un sacramento
que se puede confesar.
H
Cuando se es joven se cree
que los años no envejecen
el odio que se confiesa
cuando viejo se sopesa
M
Con el tiempo y los años
nos hacemos generosas,
regalamos el amor
para sentirnos dichas.
H
Lo damos a manos llenas
pues nos resulta un placer
y os contemplamos gozosas
al veros estremecer
M
Solo que seremos cautas
para no meter la pata,
cuando aparece el guerrero
con antifaz y su lanza y nos
colman de tequieros sin
sentimientos ni alma.
H
Se me borra la sonrisa
si me estoy equivocando
y tan solo está buscando
el levantarme la enagua
sin yo importarle un pepino…
Le importa solo… ¿mi corpiño?
M
No perseguimos victorias,
ni la fama ni el dinero
solo un poquito de amor
por el que todos nacemos.
H
Y aprovechar es de sabios
el poco tiempo que queda,
más a cualquiera no damos
nuestro amor, ni regalamos…
M
Si la vida se termina en lo
que crece una flor; Por qué
vamos a negarnos a esos ratitos
de calma- a esos ratitos de amor,
que todos necesitamos
mientras dure la pasión.
H
Seria de tontas hacerlo…
Nunca se podrá pagar
la dulzura del amor.
¡No hay felicidad mayor!
Sin él no puedo vivir…
¡Necesito su calor!
M
Cheña y Maria