Poeta errante.
Andante de caminos vacíos,
-noches oscuras, huella de pies
descalzos, besos de amantes.
Lagunas cenagosas que se desbordan
cuando es tan solo un charco más adelante.
Mientras con paso lento siempre caminas,
soledades despojas de tus vivencias.
Cantares ya dormidos que tú recuerdas
con imágenes bellas sobre amoríos,
de amantes celosas de sus doncellas,
que la muerte se lleva los desvaríos.
Numerosas hazañas alardeantes,
-mientras las musas bailan bajo tu hechizo.
Entre las sombras de los danzantes
eres poeta bello como el diamante.
Esclavo de tú pluma y papel fino,
de techo el universo- cama tu sombra.
Torrente de agua clara en el desierto de tu camino
que despierta el letargo – noches oscuras;
reviviendo las horas de tu destino.
Hortensia Alcalá García
Cheña