Escribí mi primera novela durante el curso escolar 2009-10. Me lo planteé como un reto intelectual a superar. Lo conseguí y publiqué la novela en 2012. Lleva por título Violeta.
Seguí escribiendo por varias razones. Un buen amigo escritor me dijo: «Nunca dejarás de escribir aunque quieras porque escribir es un veneno para el que no hay antídoto». Y le doy la razón, porque varias veces he querido dejar de escribir y siempre he vuelto a mi mesa de trabajo para escribir nuevas historias. También le doy la razón a dos de los escritores más grandes que ha habido; Marcel Proust afirmó: «Vivir es escribir»; Camilo José Cela afirmó en Mrs. Cadwell habla con su hijo: «El deber del escritor es seguir escribiendo; es, también, su único premio». Yo digo que necesito escribir para sentirme vivo, también es mi escalera de evasión.