Parece mentira, pero ya ha pasado un año desde que Nombres de Mujer vio la luz. Por el camino, ha pasado de todo. Desde darme de cabezazos por publicar el libro en un contexto pandémico que no permitía apenas hacer promoción al uso (presentaciones, ferias del libro, etc.) hasta el sprint final del 2021 con tres ferias del libro, sorteos y tirar mucho del boca a boca. Desde los quebraderos de cabeza para poner mi obra en el candelero con la única arma de las redes sociales hasta disfrutar del cariño de los lectores en las Ferias del Libro. Al fin y al cabo, cuando eres un perfecto desconocido, el problema de conectar con el lector no es sólo la calidad que pueda o no tener tu libro: es que el público al menos sepa que exista el libro y el autor.
El balance de 2021 es sencillo: un año que se hizo muy largo y se quedó muy corto. Se hizo largo porque el contexto impuesto por el dichoso bichito desplazó muchos eventos de su fecha habitual. Un virus, un microorganismo, algo tan enormemente pequeño… había puesto en jaque la economía mundial y a la propia humanidad, imaginad una feria del libro y el lanzamiento de la obra de un escritor novel. Se hizo largo porque, además, los cierres perimetrales, las limitaciones de aforo y demás medidas de seguridad contenían al virus con razonable eficacia, si bien hicieron que fuera una primera mitad de año bastante aburrida. Sin embargo, después de verano se pudieron hacer cosas y probé experiencias de lo más gratificantes: la Feria del Libro de Granada fue un debut en toda regla, cargado de nervios e ilusión a partes iguales. Sevilla, poco después, fue una sorpresa: a pesar del hándicap de ser un día entre semana y de que el Betis jugara en casa, disfruté del cariño de lectores que ya me conocían y del interés de otros que no. Málaga fue el culmen perfecto: un ambiente excelente y la oportunidad de conocer a compañeros de editorial como Laura Rodríguez (Fragmentos de un corazón en cuarentena), con quien trabé amistad. Mereció la pena, sin duda.
Como algunos sabéis, he tenido la primera presentación presencial del libro hace una semana, en el pub liberal Eva y Adán. Un lugar perfecto, dada la temática erótica de Nombres de Mujer y con un público muy bien predispuesto. También ha supuesto un aprendizaje importante a la hora de preparar la presentación de un libro y una sorpresa, dado que tras anunciar la presentación en dicho local, aparecieron algunas personas ofreciendo colaboración para la misma junto con alguna librería y tienda erótica que ya cuenta con ejemplares de mi obra en sus estantes. El 2022 parece prometedor, en tanto la pandemia parece dar sus últimos coletazos y creo firmemente que está más cerca el poder cerrar más eventos donde presentaros al vástago de mi pluma en persona. La cárcel del covid nos permitió pequeños vis a vis; ahora, algo me dice que pronto podremos vernos con total normalidad. Sin límites de aforo ni de contacto para conocer tanto al libro como a su autor. Y, por supuesto, para veros las caritas de cerca.
Que Afrodita sea con vosotros.
John Sullivan.