Si la memoria no me engaña fue John Lennon el que dijo aquello de «la vida es eso que sucede mientras tú haces planes». La primera presentación de «Los Cinco Tiempos de Uxía» se vio cancelada por una enfermedad que se desarrolló en pocas horas a nada de comenzar el acto. Y les puedo asegurar que nada puede ser más frustrante para alguien obsesionado con el trabajo, pues es lo único que me tomo en serio.
Sucedió que el primer punto de frustración empezó a descender cuando recibí los primeros mensajes al día siguiente, ya no sólo de personas deseando que las cosas mejoraran pronto, sino de algún lector ávido que me sugirió «Uxía está enfadada»… Esta idea… En el libro aparecen brujas. Hay un acontecimiento importante en la Cascada del Ézaro, a partir de la presa de Santa Uxía. Aquel fin de semana, el viento y la lluvia fueron muy potentes, tanto que el domingo tuvieron que abrir las compuertas para descargar el agua del embalse. Las imágenes me llegaron comenzando la noche… «¿Ves? -escribía el lector- Uxía está enfadada». Me dejó pensando, ¿y por qué no? Han sido tantas las coincidencias mágicas/inconscientes que se han dado a raíz de escribir este libro que una más podría ser. Enfadada por haberme atrevido a contar su historia. Es posible, no lo descarto ya.
Y bajo esa idea comenzaron los retoques de la nueva presentación, justo una semana después. Fue curioso porque comenté esta anécdota y, por lo visto (no fui consciente de ello), algunos de los participantes aseguraron que en el momento de la risa porque Uxía estuviera enfadada, la lluvia empezó a caer a calderos, durante un rato, como queriendo hacernos saber que estaba allí, expectante.
Dejando a un lado las curiosidades que se irán haciendo un hueco en próximas presentaciones, lo cierto es que la presentación dejó el regusto de lo dulce en los labios. Fue muy bonito poder hablar con tantas personas, recibir comentarios de los libros anteriores, escuchar sus propias historias, conectar. Es algo que vivo como un regalo, tanto en el trabajo en artesanía como escribiendo, la comunicación con el otro. Todos somos una estrella dentro de la constelación del otro y él es, al mismo tiempo, una estrella en nuestra constelación.
Gratias tibi ago.
Nos vemos en la próxima.