No sabemos si es culpa de estos parques sin hojas en sus árboles que invitan a pasear, el ambiente tan acogedor de una cafetería o que el frío invita a buscar el cariño del calor. Pero hay que admitirlo, el otoño se ha ganado a pulso la fama de estación más romántica del año. No son pocas las parejas que se dejan ver mientras pasean por las calles de la mano mientras se dicen las más bellas intimidades al oído.
En definitiva, otoño es sinónimo de amor y en esta estación nunca está de más recordar algunos de los versos más románticos para sentir esa sensación que tanto gusta y que a todos enternece. Porque en el fondo, ¿a quién no le gusta sentir esas cosquillas en el estómago? ¿Cómo decir que no a unas palabras bonitas en forma de poesía? De Bécquer a Machado, pasando por Lorca, son muchos los autores que han dado cuenta de este sentimiento a través de su pluma.
Te presentamos los versos más románticos del otoño:
Gustavo Adolfo Bécquer:
“Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!”
Mario Benedetti:
“Pero hagamos un trato nada definitivo, yo quisiera contar con usted.
Es tan lindo saber que usted existe, uno se siente vivo.
Quiero decir contar hasta dos hasta cinco, no ya para que acuda presurosa en mi auxilio, sino para saber y así quedar tranquilo, que usted sabe que puede contar conmigo”.
Vicente Aleixandre:
“No te olvides, temprana, de los besos un día.
De los besos alados que a tu boca llegaron.
Un instante pusieron su plumaje encendido
sobre el puro dibujo que se rinde entreabierto”.
Antonio Machado:
“Y cuando brote en mi
corazón la primavera
serás tú, vida mía,
la inspiración
de mi nuevo poema”.
Federico García Lorca:
“Tu voz regó la duna de mi pecho
en la dulce cabina de madera.
Por el sur de mis pies fue primavera
y al norte de mi frente flor de helecho”.
Dulce María Loynaz:
“Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras!”
Concha Menéndez:
“Ven a mí que vas herido
que en este lecho de sueños
podrás descansar conmigo.
Ven, que ya es la media noche
y no hay reloj del olvido
que sus campanadas vierta
en mi pecho dolorido.
Tu retorno lo esperaba.
De un ángulo de mi vida
voz sin voz me lo anunciaba”.
Juan Ramón Jiménez:
“El amor, ¿a qué huele? Parece, cuando se ama,
que el mundo entero tiene rumor de primavera.
Las hojas secas tornan y las ramas con nieve,
y él sigue ardiente y joven, oliendo a la rosa eterna”.
Rubén Darío:
“Alma blanca, más blanca que el lirio
frente blanca, más blanca que el cirio
que ilumina el altar del Señor:
ya serás por hermosa encendida,
ya será sonrosada y herida
por el rayo de la luz del amor”.
¿Te han enamorado nuestros versos?
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