El cuento es el género responsable de que muchos lectores empedernidos se hayan convertido en tal. Luchas contra fieros dragones, búsqueda de luminosos tesoros o viajes hacia tierras de fantasía, sin olvidarnos de esas historias con una moraleja final. Si estás pensando en recoger el testigo de los hermanos Grimm o de Ana María Matute, hoy te traemos grades consejos para que tengas en cuenta a la hora de escribir dentro de este terreno literario.
Aunque más que dártelos, te los vamos a acercar ya que estos consejos nacen del mismo Gabriel García Márquez. Diez recomendaciones que nos traen desde el Centro Gabo y con las que esperamos tengas éxito a la hora de publicar tu libro de cuentos. Déjate llevar por la inspiración, ten en cuenta este decálogo y nunca te olvides de darle tu propio toque personal a aquello que escribas.
Cuenta un cuento que te gustaría leer
El centro Gabo recoge la siguiente frase: “Cuando quiero escribir algo es porque siento que eso merece ser contado. Más aún, cuando escribo un cuento es porque a mí me gustaría leerlo”. ¿Has pensado alguna vez en tus intereses? ¿Te has detenido a imaginar esa historia que tanto te gustaría tener en sobre las manos pero que todavía no se ha plasmado en tinta?
Arranca desde este paso, sueña con ese mundo que no se ha imaginado pero que tanta falta hace. Un buen punto de partida que te solucionará michas dudas si te estás preguntando “cómo escribir un cuento”.
Escríbelos como si vaciaras en concentro
“Escribir cuentos es como vaciar en concreto; si el concreto no fragua se jodió y tienes que empezar otra vez, tiene que ser todo junto y de una vez. En cambio, escribir novelas es como pegar ladrillos; si este muro no salió, tiras el muro y lo rehaces, corres la puerta para allá, etc. En el cuento no se puede hacer. El cuento sale de una vez o no sale. El cuento se concibe de una vez completo y redondo, y si n oes así no sirve, ya no vas a encontrar cómo remendarlo y cómo terminarlo”.
Poco más que añadir, a la hora de escribir tu cuento plantéalo como un mismo bloque uniforme y no como distintos estratos. Una estructura completa que admitirá pocas variaciones.
La estructura va primero
“Una vez que se llega a tener la estructura completa de una historia, en ese justo punto es donde se puede escribir un cuento, un guion, una obra de teatro o una pieza para televisión”. Si ya has pensado en este bloque completo, toca darle contenido al mismo. Palabra a palabra haz que tu cuento sea una realidad, inventa este mundo que hasta ahora solo existe en tu imaginación.
Lee a Hemingway
“A Hemingway lo he considerado como un maestro de la técnica literaria, en el sentido de que leyendo sus obras se aprende a contar (…) Es un gran escritor, sobre todo un gran cuentista. A mí la novela de Hemingway no me llama mucho la atención, pero en el cuento llega la perfección”. Sin duda, tener referencias no está de más y García Márquez nos recomienda tener en cuenta la obra del autor de Illinois.
Por supuesto, no tiene por qué ser el único referente. Por este motivo, te proponemos que leas a otros autores de cuentos infantiles para que los tengas muy en cuenta.
Mantén la intensidad y la unidad
“La intensidad y la unidad interna son esenciales en un cuento y no tanto en la novela, que por fortuna tiene otros recursos para convencer. Por lo mismo, cuando uno acaba de leer un cuento puede imaginarse lo que se le ocurra del antes y el después, y todo seguirá siendo parte de la materia de la magia de lo que se leyó”. Ten en cuenta que estamos hablando de un género que narra una historia de manera corta, por lo que esta tiene que impactar sobre el lector en este breve espacio de tiempo.
Imprime esta intensidad en tu cuento, deja que la magia de la historia se libere y durante este espacio de tiempo, atrapa al lector.
¿Leíste a Hemingway? Pon en práctica sus consejos
Si ya has leído a Hemingway, o a cualquier otro autor de cuentos, es el momento de que pongas en marcha el aprendizaje recibido. No se trata de que imites su estilo, sino de que adaptes las enseñanzas a tu propia escritura. Porque como García Márquez dijo: “SÍ, Hemingway le enseña a uno muchas cosas, inclusive a saber cómo un gato dobla una esquina”.
Recuerda: el cuento es una incorporación a la vida cotidiana
“El cuento parece ser el género natural de la humanidad por su incorporación espontánea a la vida cotidiana. Tal vez lo inventó sin saberlo el primer hombre de las cavernas que salió a cazar una tarde y no regresó hasta el día siguiente con la excusa de haber librado un combate a muerte con una fiera enloquecida por el hambre”. Los cuentos son un rico patrimonio de nuestra cultura, muchos se han transmitido por vía oral y se han incorporado a nuestro día a día con frases como por ejemplo “verle las orejas al lobo”.
Dale ese componente natural a tu cuento, consigue que se incorpore a tu vida cotidiana.
El cuento nace intacto
Regresando a uno de los anteriores consejos, García Márquez recuerda que el cuento surge de “de un episodio, de una frase”. Esta historia nace al completo, y como se ha dicho habitualmente pueden ser recordados y narrados en su totalidad por las personas. Así debe ser tu creación.
El cuento sirve a los novelistas
Quizás sea el consejo más repetido por el escritor colombiano, el cuento se imagina al completo. Sin embargo, la novela se organiza en capítulos, y al terminar uno comienza el vértigo del siguiente. Muchos autores dejan sus libros a medias por este motivo.
Sin embargo, aprender a escribir cuentos puede ser una enseñanza muy valiosa a la hora de enfrentarse al duro reto que supone comenzar los distintos capítulos de una novela.
El orden de los cuentos en un libro importa
Reunir cuentos en un libro era de vital importancia para García Márquez. No se trata de aglutinar historias hasta tener una obra final, hay que dotar de orden a este recopilatorio y organizar una secuencia de lectura. “Alterar ese orden es, para mí, como alterar los capítulos de una novela”.