Quien más y quien menos se ha dejado caer por las librerías. En estos puntos de venta seguramente más de uno se haya enamorado de alguna obra que finalmente haya acabado formando parte de nuestra biblioteca personal. Desde luego que tanto estos negocios, como los lectores que los regentan, pueden presumir de ser una parte importante en la cultura.
Por ello no es de extrañar que los libreros tengan su propia fecha en el calendario, el Día de las Librerías. Una jornada en la que recordar lo mucho que hacen por esos amigos de papel llamados libros. Labor que, aunque no lo parezca a priori, ayuda y bastante a hacer realidad los sueños de muchos autores independientes
Porque publicar un libro es sólo el primer paso de un largo camino. Una senda en donde el librero va a a ser un gran aliado. Y en el Día de las Librerías se nos recuerda la importancia de estos establecimientos.
Librerías, una pequeña isla del tesoro
La librería es mucho más que una tienda en donde se venden libros. Entrar en uno de estos puntos de venta es todo un viaje, pasillos y pasillos llenos de aventuras, de vidas interesantes, de consejos para solucionar situaciones peliagudas; mil y una experiencias esperan a los clientes. Una pequeña isla del tesoro donde no hay doblones, sino obras esperando a ser adoptadas por los lectores.
Por ello, cada año, se nos recuerda la importancia de las librerías y de la figura del librero. Una persona que siempre tiene una respuesta para toda duda que se le plantee. Porque, por mucho que las nuevas tecnologías hayan digitalizado nuestro mundo, el factor humano, el trato de “tú a tú” nunca tendrá parangón.
El librero es un buscador, pero no online, sino físico en cuya memoria se van albergando recuerdos con sus clientes. De esta manera, al regresar a su librería, y plantearle la búsqueda de un nuevo libro, este ofrecerá la respuesta adecuada a nuestras intenciones.
Librería, espacio cultural para el escritor
Es de Perogrullo, si un autor quiere vender libros, las librerías son un gran aliado. Pero no solo porque se posicionen como el punto de venta más importante en la industria editorial, sino por ser un espacio cultural. Estos negocios también se han convertido en un lugar donde presentaciones, lecturas conjuntas y otros muchos eventos tienen lugar.
De esta forma, si estás pensando en publicar un libro, debes tener en cuenta que las librerías pueden ser un excelente lugar en donde presentar tu obra. Es cierto que quizás su aforo no sea el mismo que el de otras localizaciones de mayor extensión, pero aseguran un entorno de mayor intimidad, en donde el autor puede hablar de forma directa a sus potenciales lectores sobre sus páginas.
Por otro lado, el librero se convierte en una suerte de prescriptor. Al igual que los influencers se han convertido en personalidades con una opinión de relevancia en redes sociales, aquellos que regentan uno de estos negocios también cuentan con un punto de vista con peso para sus clientes. De esta forma, se convierten en unos recomendadores que hacen valer su proximidad al público.
Un ejemplo es el que indica The New York Times en uno de sus artículos, en donde cuenta el caso de un librero que ha sabido fortalecer el vínculo con sus clientes, valiéndose del factor humano. “No tenemos servicio de compra en línea, pero si nos pides un libro, como no podemos enviártelo a casa, te invitamos a una bebida. Es decir, como decimos en broma, en lugar de cobrar gastos de envío, te invitamos a una copa” (librería Wild Detectives, Dallas).
8 de noviembre, Día de las librerías
Por noveno año consecutivo, las librerías de España celebran su jornada. Una fecha en la que recordarnos todo lo que suponen estos negocios y el valor que conceden al sector del libro. Tanto si eres un autor, como un amante literario, este 8 de noviembre no debes dejar la oportunidad de visitar estos lugares.
Una oportunidad de seguir apoyando a las librerías, lugares que como ya hemos dicho, son mucho más que un punto de venta de libros.