No es la primera vez que hablamos de las ganancias de un escritor o de los derechos de autor de los mismos, pero para llegar a todos esos puntos, previamente hay que firmar un contrato con la editorial encargada de publicar tu obra.
Por ello, en esta entrada vamos a explicarte detalladamente cuáles son los aspectos a tener en cuenta en los contratos entre escritor y editorial y qué se trata exactamente en ellos. Sigue leyendo, seguro que te será de gran utilidad.
¿Qué es el contrato de edición?
Si te encuentras, precisamente, en ese proceso de cerrar tu primer contrato editorial y te invaden las dudas, este artículo te las disipará todas.
La mayor garantía de que tu libro va a estar en buenas manos, es a través de un contrato de edición, la forma legal para establecer un acuerdo normativo entre el escritor y la editorial. Un documento que velará por el cumplimiento del autor, pero también de la editorial, y que tratará temas tan delicados y relevantes como los derechos de autor, los adelantos, las fechas de entrega y las vías de distribución.
En definitiva, un documento que, basado en la Ley de Propiedad Intelectual (Real Decreto Legislativo 1/1996), cede los derechos de un autor a un editor, mediante compensación económica, para reproducir y distribuir su obra.
Tipos de contrato editorial
Antes de empezar a desgranar las partes imprescindibles que no pueden faltar en un contrato editorial, debes saber que existen varias maneras de editar un libro y cada una requiere de unos pasos y procedimientos. Son los siguientes.
Edición tradicional
Es una de las formas más convencionales de publicar un libro. Consiste en firmar un contrato por el cual, tras presentar tu manuscrito, se fijan unas condiciones y la obra pasa a ser de la editorial, que se encargará de su publicación y de los gastos de producción, distribución y marketing.
De este modo, no tendrás que preocuparte de los costes pero, no tendrás capacidad de elegir, aunque sí que podrás sugerir, acerca del tipo de encuadernación, el formato, la fuente o el gramaje pero, a cambio, ellos se encargarán de asegurar su comercialización y la tramitación de su ISBN.
Coedición
La coedición es otra de las modalidades en las que se necesita contrato editorial. En la coedición, la editorial y el autor se asocian para poder sacar adelante la obra. De este modo, el sello solo pone una parte de los gastos y, a cambio, se queda con un porcentaje mucho menor de los beneficios.
Sin embargo, el autor tendrá que invertir en su producción. Es un híbrido entre la edición tradicional y las ventajas de la autoedición.
Concurso literario
La tercera modalidad es una de las menos habituales pero la más interesante. Cuando los autores quieren darse a conocer, una de las mejores estrategias es presentarse a concursos literarios y en este tipo de concursos, por lo general, si resultas ganador, tu obra acaba siendo publicada.
Es el caso, por ejemplo, del que llevamos a cabo en ExLibric cada año, Relato48, cuyos 5 ganadores, además de los 43 finalistas restantes, completan la antología del certamen con los 48 mejores relatos.
Por supuesto, esto requiere de un documento legal que recoja las condiciones, copias que se harán y cómo se distribuirán los beneficios de su venta en el futuro.
Partes imprescindibles de un contrato editorial
Firmar un contrato, sea del tipo que sea, con una editorial es uno de los pasos más vitales y relevantes que puedes dar como autor para velar por los derechos de tu obra. Estos son los puntos que no pueden faltar y que te darán las garantías necesarias para convertirte en escritor profesional.
Derechos de autor
Escribir un libro no quiere decir que te pertenezca, pues los libros pasan a tener unos derechos y regalías compartidos en el momento que quieras realizar su venta. Es por eso que una de las cláusulas más importantes de un contrato editorial son los derechos de autor.
Esto quiere decir que cederás el 100% a la editorial, a cambio de un porcentaje que ronda el 10% de las ganancias que se obtengan por él. De este modo, la editorial tendrá total libertad para moverlo y hacerlo conocido.
En cambio, en sellos de autopublicación los derechos de autor garantizan que el escritor recupere la inversión realizada en su proyecto. Ese precisamente es el caso de ExLibric, que se mueve en unos márgenes de ganancias en torno al 65% para la editorial y 35% para el autor, dentro de un proceso de negociación entre el escritor y la empresa, pues cada contrato tiene sus particularidades
Territorio
Otro de los puntos a tener en cuenta en un contrato editorial es qué territorio abarca y donde tendrá explotación la obra. Lo interesante es que tu libro pueda llegar a toda España, pero también a zonas de Latinoamérica o Europa
Para ello, es interesante poder contar con un sello internacional y fijar, por contrato, toda el área que abarca. Precisamente ese es el caso de ExLibric que, a través de nuestra tienda internacional, puede hacer llegar tu libro a más de 9 países de habla hispana además de Estados Unidos y Portugal.
Número de ejemplares
En el contrato editorial debe figurar también el número de ejemplares y tirajes que se harán, estableciendo el mínimo y máximo que tendrá la edición.
También es necesario fijarlo si la impresión es bajo demanda. Aunque pueda parecer extraño hablar de un número concreto de ejemplares por edición, la Ley de Propiedad Intelectual obliga a que ese dato conste en el contrato.
De esta manera, el autor tendrá una noción de los libros vendidos y los que quedan en stock a medida que la editorial vaya haciendo liquidaciones. Para establecer esa cifra, lo mejor es seguir el criterio del editor, pues conoce el negocio y sabe cuántos ejemplares acostumbra a vender de sus tiradas. Si se agotan, se puede hacer una nueva edición o una reimpresión.
Canales de distribución
Hoy en día, los libros pueden tener una gran repercusión ya sean analógicos o electrónicos. Sin embargo, cada uno de ellos tiene unoscanales distintos para llegar a los lectores y eso es algo que debe acordarse previamente en el contrato.
De este modo, se debe detallar si se hará distribución a librerías, si habrá ejemplares en bibliotecas, que medio de transporte se usará, dónde se almacenará el stock o qué plataforma digital se empleará como catálogo online o marketplace.
Plazos de entrega
En el contrato deben aparecer también los plazos y fechas acordadas para realizar correcciones, matizaciones y entregas. Tanto por parte del autor como de la propia editorial.
El proceso de publicación de un libro cuenta con un calendario muy preciso, por ello, las editoriales deben garantizar una fecha en la que estará terminado y listo para entrar en circulación.
Idioma
A la hora de publicar tu primer libro, lo lógico es hacerlo en tu lengua nativa y comenzar a moverlo por el territorio nacional, aunque hay excepciones. Si un autor de una comunidad autónoma con lengua propia quiere publicarlo en dicho idioma, se debe dejar constancia por contrato.
Igualmente, si estamos ante reediciones y la editorial plantea traducir el texto para exportarlo a otros países, se debe firmar en el contrato los idiomas en los que se distribuirá la obra.
Anticipo
Los autores se llevan un 10% de las ganancias que tiene su libro a lo largo del año pero, además, tiene derecho a cobrar una cantidad previa al haber firmado la cesión de los derechos.
Recordemos que el caso de ExLibric es distinto, pues se mueve en unos márgenes de ganancias en torno al 65% para la editorial y 35% para el autor, dentro de un proceso de negociación entre el escritor y la empresa.
Estas cifras se fijan teniendo en cuenta estudios de mercado donde se estima la demanda y consumidores potenciales. Todo ello debe quedar por escrito para que el autor asegure sus ingresos después de haber firmado por un sello editorial.
Modalidad de edición
En el contrato debemos detallar también la modalidad en la que se publicará el libro, pues el proceso será diferente si se publica mediante edición tradicional o por coedición, entre otros tipos.
Además, también debe estar fijado el formato, es decir, si la obra se publicará en papel o como libro electrónico.
Vela por tus derechos como escritor
Todos los grandes artistas, sea de la disciplina que sea, han logrado su reputación gracias a tener buenos contratos que garanticen sus derechos. Y en el mundo de la literatura, esto también es importante.
La herencia que dejan los grandes escritores está respaldada por los derechos de autor y es por eso que un buen contrato editorial puede hacer que un libro se convierta en tu mejor legado.