Dicen que los excesos nunca son buenos y el infodumping en la escritura es un buen ejemplo de ello. Este concepto, que hace referencia a una cantidad de información innecesaria, es el causante de que muchos lectores desconecten de lo que puede ser un buen libro al sentirse “aturdidos”.
La mala noticia es que es fácil caer en el infodump, en especial cuando se ha trabaja para editar un libro. La buena es que a lo largo de este artículo vamos a darte unos consejos con los que evitar esta práctica y tu obra sea atractiva para lectores y para la editorial con la que hayas pensado publicar.
¿Qué es el infodumping en temas literarios?
El término infodump nace de la unión de los términos ‘info’ (abreviatura de información) y ‘dump’ (vertedero). Por tanto, cuando hablamos de infodumping nos referimos al volcado excesivo de datos y contexto, que termina convirtiendo el texto en una suerte de vertederos repleto de ‘desperdicios literarios’.
En los libros, podemos encontrar ejemplos de infodumping en narraciones excesivas, que describen demasiado, o diálogos que no aportan nada a la trama. Más adelante, pondremos casos más evidentes de estas situaciones.
‘Pecar de exceso de contexto’, ¿cuánta información es necesaria para contar algo en un libro?
Podemos apreciar el infodumoping en un libro cuando el autor proporciona más información de la necesaria para entender un contexto. Esto suele ser muy evidente cuando se nos presenta la narración de un entorno en el que se desarrolla la trama, ofreciendo detalles innecesarios como por ejemplo podría ser el color de unos calcetines (siempre que dichas prendas no vayan a tener un peso importante en el desarrollo de la historia o sean importantes para un personaje).
En cuanto a las descripciones, en ExLibric creemos que con 200 palabras basta para ofrecer al lector una idea cercana y acertada del contexto en el que se desarrolla la trama. Pero, ¿qué sucede con los diálogos? Las conversaciones también pueden ser “víctimas” del infodumping.
Aquí tu enemigo es el circunloquio, es decir, hacer que el diálogo se extienda demasiado, abriendo incluso ramas de conversaciones que no aportan nada al diálogo. Porque una cosa es adornar, otra alargar por el simple hecho de aumentar la cantidad de páginas de tu libro.
¿Cómo detectar si tu libro tiene infodumping?
Uno de los problemas del infodump es que el escritor puede caer en él sin darse cuenta, tan solo por buscar dejarle las cosas bien claras a los lectores. No hay otra, se necesita revisar el manuscrito para saber si se han dado más datos de los necesarios.
Son varias las opciones que tienes a tu disposición para detectar si has caído en el infodumping. Una de ellas es recurrir a la inteligencia artificial para que esta tecnología revise tus redacciones, veamos un ejemplo:
Hay que decir que la detección de infodump en la redacción de un libro por parte de la inteligencia artificial puede ser un poco paupérrima, en especial si no has “enseñado” antes a esta tecnología con ejemplos claros y evidentes de lo que es el exceso de datos. Incluso, en este caso, podría detectar un texto adornado como tal. Por eso, el factor humano es imprescindible.
De esta manera te recomendamos dos herramientas infalibles para acertar y no caer en este error. Una de ellas es el lector cero, una simulación de lo que podría pasar en realidad cuando alguien se enfrente a tu libro y saber si este provoca desconexión por exceso de información. La segunda opción es mandar tu manuscrito a una editorial y contar con la valoración de un profesional a través de un informe de lectura.
Eso sí, ¿cuántos tipos de infodumping existen? Vamos a ver algunos casos muy concretos:
Tipos de infodumping en libros
Estas son las categorías de infodump más habituales y en las que podrías caer si no tienes cuidado:
Infodumping en la descripción de escenarios
Es el ejemplo más claro y el que más se repite. Sucede cuando un autor quiere asegurarse de que el lector se haga una idea acertada y completa del escenario en el que se desarrollan los acontecimientos y por eso lo carga con detalles de hasta el último rincón, ahí va un caso muy claro:
Infodumping en la descripción de personajes
Otro ejemplo habitual y que al igual que el anterior se relaciona con una intención: que el lector no tenga ninguna duda en cuanto a un personaje. Por eso se abre un chorro de datos sobre el mismo, tanto físicos, como de su trasfondo. Una decisión contraproducente, ya que lo ideal es ofrecer un punto de partida inicial y dejar que su desarrollo vaya parejo a la historia. Aquí podemos ver cómo no habría que hacerlo:
Infodumping en diálogos literarios
En estos casos el escritor quiere que al lector no le quepa ninguna duda sobre la conversación que mantienen los personajes y la alarga, bien con un diálogo infinito, bien cargando sus interacciones con muchos datos. ¿El resultado? Mira este ejemplo:
Infodumping en detalles técnicos de un libro
Cuidado con buscar dejar claro lo mucho que te has documentado sobre algo importante en la trama. Dar demasiados detalles sobre el funcionamiento de una red de metro, una maquinaria o las costumbres de la sociedad/ciudad en la que se desarrolla la trama es una mala idea. Y si no, ¿qué opinas de este ejemplo?
Entonces, ¿cómo evitar el infodumping?
Hay una norma clara para evitar el infodumping y, en general la mayoría de errores en los que puedes caer. La ley no es otra que: planificar antes de escribir. Si bien está bien dejarse llevar por las musas, no está de más que cuando estas te visiten no solo te pillen trabajando, si no con unas instrucciones sobre lo que deben hacer. En este sentido, no está de más que cuentes con la ayuda de un storyboard literario.
Por otro lado, cuando finalices la fase de documentación no está de más que te pares un poco y organices toda esa información e incluso desdeñes aquella que no sea especialmente útil. Al mismo tiempo, de cara a la creación de personajes, te será de gran ayuda desarrollar una tabla en el marques los aspectos fundamentales de ellos y los que pueden pasar por alto.
¡Esperamos haberte ayudado!