Estas palabras son pétalos que se derraman por doquier. Del más elevado manantial proceden y brotan para caer. Son pétalos de belleza inusitada que generosos se derraman de dimensión ilimitada para dar esperanza a quien los pueda percibir. La visión no está adecuada a la realidad ni al dulce aroma ni a la verdad. Pero, tras estas palabras, los pétalos caen sin cesar y generosamente brindan el amor que no se alcanza a imaginar. Felices se derraman por si alguna existencia, liberándose de las sombras, los llega a contemplar.