¡Y cuánto dolor! Tan acostumbrados estamos los que conocemos la obra de JPJ Scotta que olvidamos que tras el poeta de trincheras, tras el poeta que ofrece su pluma para cantar por aquellos que no tienen voces, tras el poeta que recorre cada tramo de tierra por la dignidad del ser humano y por los derechos sociales, también hay un poeta íntimo, atormentado por la derrota del amor y que lanza versos amargos confundido entre árboles de tangos en sombra por un profundo dolor.
Un dolor que, como algunos bares, tiene solera, un dolor asentado ya en las propias entrañas del poeta. El poemario recorre cuatro temas elementales de la poesía universal desde la derrota del propio autor. El amor, ese “maldito crimen” que hasta alcanza a la negación de sí misma, “Siento el amor/pero es mentira”, aparece como un eterno retorno hiriente, eje vital del poeta y causa del dolor que impregna cada poema de este libro.
La muerte y la soledad aparecen como únicas compañías leales del poeta. Dolor es un poemario crudo, hiriente, una hoja de doble filo que nos conduce verso a verso a lo más profundo del corazón humano. Rabia, desengaño, desesperación… ¡Y cuánto dolor!
Cristóbal Carrasco Bermudo