Una vez más se hace difícil distinguir la realidad de la ficción. La historia que aquí cuento es hoy en día pura ficción, si bien el informe que incluyo en la primera página es un alegato científico en el que yo nada tengo que ver. ¿Será posible algún día el trasplante de cerebro? No lo sabemos, como bien aclara el informe, pero sí nos consta que los avances científicos van conquistando terrenos que nunca imaginamos posibles, y ese es el momento en el que me he situado para dar rienda suelta a mi imaginación.