En marzo de 2020 algo inesperado ocurrió en el mundo, un minúsculo virus asolaba la tierra y paraba nuestras vidas. Aprendimos a valorar el hogar, la familia, aprendimos a mirar por el balcón, a recordar las cosas de la niñez y la juventud, a dar valor a la sencillez, el amor y la amistad. Mientras tanto, luchamos incansablemente con la COVID-19.