Guijarros ovalados se ovilla con la madeja que la vida del día a día va componiendo. Cierto es que ese día a día incluye meses e incluso años, todos con sus experiencias, sus aciertos y desaciertos, sus nostalgias de otro tiempo y sus anhelos por un porvenir. Es el camino. El peregrinaje. Con los pasos que encuentran guijarros, siempre con la esperanza de formas suaves, ligeras y amables, de formas ovaladas. En su recorrido, el caminante, el lector, descubre horizontes que la autora retrata con sus luces y sombras. A través de este poemario, la autora pretende y propone una reflexión actual y a la vez trascendente de los acontecimientos usuales, aparentemente simples, pero que contienen en su esencia la propia complejidad vital.