Este cuento o leyenda es un modesto homenaje a esas niñas que, como Herminia, la protagonista, tuvieron una niñez diferente a la de otros niños. Herminia tuvo que ser responsable y cuidar de sus hermanos desde muy temprana edad debido a la extrema pobreza y a la falta de su papá, al que un día Dios llamó y se tuvo que ir, dejando a su familia en la más absoluta miseria. La vida compensó a Herminia, a sus hermanitos y, por supuesto, también a la mamá. Si leéis el cuento y llegáis hasta el final, sabréis cuál fue la recompensa.