El teniente Molina y el alférez Pérez, de la Brigada Central de Investigación Criminal, serán los encargados de resolver este caso, aunque no va a ser nada fácil. Una vez realizada la autopsia al cadáver y tras confirmar que el motivo de la muerte ha sido asfixia por sumersión en agua salada, concluyen que se podría tratar de un caso de asesinato. Pero… ¿qué enemigos tenía la víctima? Los dos guardias civiles ponen en marcha una serie de interrogatorios a personas relacionadas con la víctima, un destacado hotelero llamado Rafael Lliteras. ¿Serán capaces de resolver un caso del que la luna ha sido el único testigo?
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