Contar historias es algo común y que nos hace humanos. Las historias que contamos nos crean expectativas en una sociedad, la nuestra, en la que cada vez es más difícil sorprendernos. Quizá por eso las historias contadas cambian algo en quien las cuenta, que las renueva y las reverdece, y también en quien las escucha, que las interpreta y las hace suyas. En ese viaje nadie sale ileso.
Más que nada porque, aunque parezca que las historias son ficción, no lo son. Y, aunque sean inventadas, son realidad; para quien las escribe primero y para quien las lee después. Los personajes de estos casi ochenta relatos cortos sufren la pérdida, la soledad, el desamor y la nostalgia, pero saben hacerles frente con el encuentro, la compasión, el recuerdo amable o la esperanza.
La poesía secreta aglutina una amplia variedad de relatos cortos, poesías y reflexiones sobre la vida cotidiana, el dolor, el amor, la soledad y la búsqueda de sentido. Relatos independientes que presentan personajes diversos, desde una madre que tiene que enfrentar la muerte de su hija hasta un inmigrante que lucha con la alienación cultural y el rechazo social. Cada historia se enmarca en situaciones triviales cargadas de profundidad emocional que, en ocasiones, rozan lo onírico, como en el relato de Clara, a la que una pastilla transporta a un reencuentro ilusorio con su hija fallecida. En este y otros relatos la frontera entre lo real y lo imaginario se difumina. La poesía secreta es un libro poético y reflexivo, cargado de emotividad y recuerdos; una obra íntima y universal a la vez.
