La poesía erótica cantada por los labios de una mujer consolida una conquista contemporánea en cuanto a la libertad de expresión sobre una temática que siempre ha desviado su mirada ante la irreverencia que sorprende.
Labios y aretes es un canto al amor, a la atracción de los cuerpos, a la proyección del deseo y las manifestaciones de la sensualidad. Supone dar un paso al frente y romper el silencio, que se convierte en neutralidad con respecto a esa energía del placer que también conecta a las mujeres a la vida.
De alguna forma, el lector se hará cómplice de ciertos estados de delirio recogidos en algunos versos: El orgasmo nos espera al cruzar aquella nube / Dame azul en el cielo, / dame amor, / dame lumbre.