Las comunicaciones caen, las tecnologías dejan de funcionar, el Estado se diluye ante la imposibilidad de actuación y la sociedad comienza a reestructurarse. En una isla, sin comunicación con el exterior, la realidad cambia drásticamente y los recuerdos dan lugar a un pasado mitificado donde el límite huele a mar. Las lenguas portuarias extienden el rumor de que cualquiera que se aventure a cruzar el Atlántico no encuentra destino ni regreso. Las expediciones en busca de restablecer las comunicaciones van disminuyendo hasta que nadie vuelve a planteárselas y la masa azul se diviniza por ser uno de los pocos generadores de alimento. Una joven se queda sola como una mota entre tremenda vorágine y su ser sufre la misma reestructuración que el mundo que la rodea. El tiempo y las decisiones que toma la llevan a olvidar su nombre, a enterrar quién era para que los demás empiecen a llamarla la chica de los canes, Lacanes.