Paradisus o la ciudad de los mayores no solo es el proyecto de una pequeña y singular ciudad, exclusivamente para residentes de la tercera edad, sino que también puede ser el nuevo motor de muchos pueblos y ciudades despobladas de España, si el gobierno, las instituciones en general, los partidos políticos y los empresarios patriotas y solidarios se lo proponen. Pero para que haya gobernantes honorables y competentes, primero han de actuar ciudadanos responsables, cultos e inteligentes que elijan a los mejores para gobernar. Porque, en caso contrario, solo recibirán felonías, consignas de ideología marxista, propuestas nacionalistas o separatistas y mucho riesgo de ser explotados como manada de esclavos, confinados en establos o corrales de diferentes colores. Y, por supuesto, los integrantes de esas manadas o rebaños, cuando no interesen a la sociedad del pensamiento único, totalitario o insolidario, serán eliminados por métodos eutanásicos, denominados hipócritamente muerte digna, pero jamás serán recompensados por su larga vida de esfuerzos y sacrificios con otra digna hasta el final natural de sus días, porque, según las teorías ególatras, comunistas y totalitarias imperantes, esa recompensa y honor no les corresponde a los integrantes de la manada o populacho, sino a sus líderes o caporales.