¿Qué es lo que somos cuando nadie nos está mirando? No me refiero a cuando estamos a solas, me refiero a cuando nadie nos mira, cuando somos los únicos que oímos nuestro corazón. El mismo que nos dice que sí y que no a la vez cuando nuestra pregunta es: «¿Qué soy? ¿Quién soy?».
¿Realmente quiero una respuesta a esa pregunta? Porque ahora mismo lo único que quiero es sentir. Sentir con alguien o a solas, en la parada de un bus o en medio de un descampado. Quiero poder observar lo que me rodea y sentir lo que tienen que decirme. Y ahora mismo lo único que hay dentro de mí es caos. Un caos que no me deja ni oír, ni sentir, ni gritar, ni pensar. Quiero que se calle. Quiero que pare de una vez y deje de asfixiarme.
La antinomia de un corazón que no se entiende concuerda perfectamente con la agónica sensación de incomprensión que acompaña a cada paso que doy hacia ninguna parte. ¿Qué es lo que estoy buscando? Porque sé que estoy buscando algo y va mucho más allá de sentir. Va mucho más allá de mí.