Decía Pablo Neruda que el tren es un «explorador de soledades (…) que conoce la indecible, salvaje,/ lluviosa,/ azul fragancia». En Vagón, vagón es la poesía quien viaja en tren, pero no en uno cualquiera, sino en el Transiberiano. Sumergidos en sus versos, contemplamos paisajes en los que el pasado y el presente se entremezclan.
Rafael Carmona Melero nos cuenta en su poemario una historia de lugares y gentes, una verdad que se esconde tras la ventanilla del tren y en la mirada de quienes comparten vagón: «advierto una luz novelesca/ en tus ojos no esbozados».