Iniciando el camino de lo desconocido, la incertidumbre se convirtió en desazón, y cada paso fue una ventana al autoconocimiento. En este proceso introspectivo, me pregunté cuántos años han de pasar para que nos demos cuenta de que han pasado varios años. Y llegué a la conclusión de lo poco que se habla en las escuelas acerca del dolor. Esto (sintiéndolo mucho) no es poesía. Es un diario.