Rut Quintana Santana, natural de Las Palmas de Gran Canaria, es diplomada en Turismo y máster en Protocolo, Comunicación y Relaciones Internacionales. Ha desarrollado su actividad profesional principalmente en el sector turístico, compaginándola con su labor artística, que abarca desde la escritura y la pintura hasta la música.
Amante de las letras, desde muy joven sintió la necesidad de aprender otros idiomas y de enriquecerse mediante el lenguaje y la comunicación, acercándose para ello a otras culturas, interesada siempre por su manera de pensar, comportamiento y hábitos. Con la esperanza de poder sumergirse en la cultura de los países donde residió, comenzó a leer libros en inglés, francés y holandés durante su estancia en Irlanda, Francia y Países Bajos. Eso le abrió las puertas a la expresión por medio de la escritura y la comprensión de los eventos cotidianos.
Tras su primer libro, Chandra, basado en la historia de una niña nepalí e inspirado en un viaje a la India, publica De pájaros a semillas, una invitación a todos los lectores amantes del realismo mágico.
Un comentario
¿Debemos perseguir los sueños? Solo si estamos dispuestos a aceptar lo que sobrevenga, podría ser la respuesta.
Chandra es una niña que aprendió demasiado pronto lo que es sobrevivir. Perseguir un sueño le da significado a su pequeña vida. Sus esfuerzos y un instante de suerte voltean su existencia, aunque también conlleva renuncias. A través de los pequeños ojos de Chandra se nos muestra un mundo al que volvemos la cara para no ver, quizás porque no nos atrevemos a mirar y porque parece que no existe si nuestras pupilas no lo enfocan. Un mundo en el que probablemente un sueño sea tan importante como la comida que sacia un estómago hambriento. A través de los ojos de la pequeña, también se nos muestra como solo el amor, el de Gagan y Rajiv para Chandra, puede llenar los agujeros del alma.
Chandra es la primera novela de la joven canaria Rut Quintana Santana, llena de sensibilidad y que ha elegido a una niña como protagonista, porque solo un infante puede enseñarnos una vida llena de carencias con dulzura y benevolencia, sin que pase desapercibido por el lector la dureza que entraña.