Muchas veces nos pasamos una vida entera buscando al amor de nuestras vidas, aquel que nos haga sentir libres y con el que tan solo mirarlo nos sintamos en casa. Al principio, todo parece maravilloso. Quizás podríamos decir que nos sentimos protagonistas de un cuento de hadas de esos que siempre hemos idealizado, pero no siempre toda historia tiene el mismo final. Con la pérdida de este amor nos sentimos vulnerables, débiles e incluso podemos llegar a sentir que nada tiene un sentido aparente, pero nos olvidamos de lo esencial: nuestra historia está escrita por nosotros mismos, y somos nosotros los que le damos sentido a la realidad. Somos el escritor de una historia sin final como real protagonista del amor verdadero, el amor propio. Déjate llevar por una historia narrada a través de poemas que nos haga comprender de una vez por todas que entre Amor y Roma solo hay una dirección.